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CONSUMO

Si quiere comer saludable, identifique primero la variedad de alimentos que hay en el mercado

viernes, 17 de mayo de 2013
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Los consumidores que buscan ser más saludables a la hora de comer se enfrentan a anaqueles repletos de una amplia variedad de productos que aseguran tener un beneficio para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, el vertiginoso crecimiento de este mercado no ha dejado espacio para que los compradores entiendan por qué y para qué están llevando a casa un alimento de este tipo.

En los “productos saludables” hay cuatro modalidades comunes: los funcionales, los enriquecidos, los orgánicos y los light. “Los avances en la ingeniería de alimentos han permitido ampliar la oferta de productos de una manera extraordinaria, pero a veces, esa variedad es abrumadora y por eso es muy fácil confundirse y no saber qué producto elegir. Lo que debe saber el consumidor es que todos tienen sus ventajas”, dijo el ingeniero de Alimentos y profesor de la Universidad de la Salle, Javier Rey.

Mientras los orgánicos están hechos sin aditivos químicos, los funcionales generan un beneficio a la salud comprobado científicamente, los enriquecidos poseen nutrientes adicionales y los light ofrecen menos contenido calórico.

1) Alimentos orgánicos
Son aquellos que han sido cultivados y elaborados sin utilizar fertilizantes ni productos químicos. Por su misma filosofía de cultivo, que podría entenderse como 100% natural, no contienen colorantes o sabores artificiales y poseen una alta concentración de antioxidantes que los nutricionistas destacan como un ingrediente importante para la salud del organismo. Según el portal www.origenesorganicos.com, el consumidor debe cerciorarse de que el producto que está comprando es realmente orgánico. Para ello, basta con identificar en el empaque el sello que demuestra la certificación mundial en este tema. Además de que este tipo de cosechas previene la contaminación y erosión de los suelos, este tipo de alimentos son para el organismo una fácil fuente de energía y una vía para prevenir enfermedades.

2) Alimentos funcionales
Para entender lo que son los alimentos funcionales podemos recurrir a ejemplos de productos que actualmente se comercializan en el mercado nacional, como por ejemplo, los yogures que evitan el estreñimiento, las bebidas lácteas que ayudan a aumentar las defensas del cuerpo humano o las leches fortificadas con hierro y vitaminas que facilitan el crecimiento de los niños. En síntesis, los productos funcionales son aquellos que se elaboran con componentes activos como minerales, antioxidantes, entre otros, para mejorar la salud de la persona que los consume. Según explicó Javier Rey, ingeniero de Alimentos y profesor de la Universidad de la Salle, en algunos casos este tipo de productos se mercadea exaltando el hecho de que ayudan a prevenir enfermedades o, al menos, reducen el riesgo de contraerlas.

3) Alimentos enriquecidos
Este tipo de alimentos, que también son llamados fortificados, son fabricados con la incorporación de nutrientes que ayudan a llenar algún vacío alimenticio o a compensar las deficiencias nutricionales en un nicho de la población. Rey explicó que a diferencia de los alimentos funcionales, estos no presentan ningún estudio que demuestre su efecto en la salud del consumidor. Tampoco son regulados por alguna norma gubernamental. “Son aquellos a los cuales se les adiciona nutrientes esenciales con el fin de reducir, prevenir o corregir el riesgo de ingestas insuficientes en la población general o en grupo específicos de una población (mujeres embarazadas, niños lactantes, tercera edad, etc), esta puede ser obligatoria (caso de yodo en sal) o voluntaria (caso de vitaminas en productos alimenticios)”, explicó Rey.

4) Alimentos light
Son productos a los cuales se les ha reducido su contenido energético en un mínimo de 30% de su formulación original, esta reducción se ve reflejada, en la mayoría de los casos, en la disminución del contenido graso, el cual es el responsable del mayor aporte calórico en un alimento. Este tipo de productos están asociados con el propósito de comer más saludable, pero desde un punto de vista estético, por ejemplo, aquellos consumidores que no desean adquirir peso adicional son frecuentes a ingerir este tipo de alimentos porque no tienen azúcar o grasas. En resumen, son productos que han sido tratados en su producción para ofrecer un menor grado de contenido calórico. Llamados también alimentos ligeros, estos productos ayudan a moderar el consumo de energía, aunque a veces tienen demasiados aditivos.

La opinión

Javier Rey
Ingeniero de alimentos

“No es lo mismo un producto que ha sido enriquecido a los que se llaman funcionales. Los segundos tienen estudios que demuestran sus beneficios”.

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