Los que prefieren gastar en experiencias

Para la Generación Z (nacidas aproximadamente entre 1997 y 2012), el futuro parece demasiado incierto como para guardarlo todo en una cuenta de ahorro. Viajar y asistir a conciertos es parte de sus prioridades, pero no lo único: también destinan buena parte de su dinero a comida a domicilio, tecnología, moda y bienestar.

Gastar en lo que mejora el presente se ha convertido en una manera de darle sentido al ahora. Un estudio de Oliver Wyman reveló que el 85% de los consumidores de la Generación Z prefiere gastar su dinero en experiencias antes que en posesiones materiales.

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De hecho, según el Informe Musical de 2024 elaborado por Luminate, durante el segundo trimestre de ese año la Generación Z lideró el gasto mensual en conciertos, con un promedio de US$38 mensuales, más que cualquier otra generación. Por otro lado, datos de TravelPerk muestran que esta generación hace parte de los viajeros más frecuentes y realiza en promedio al menos tres viajes de placer al año.

Ese enfoque experiencial alcanza también lo cultural. De acuerdo con Skyscanner, cuando la Gen Z está de vacaciones es más propensa que otras generaciones a buscar actividades culturales; 26 % planea asistir a un concierto y 25% a una exposición de arte inmersiva, frente a 20% de los millenials que tenían previsto realizar alguna de estas actividades.

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Así, esta generación no solo cambia la manera en que consume, sino que también redefine las prioridades económicas y transforma la relación tradicional con las finanzas. Su apuesta por lo inmediato refleja un deseo de bienestar en el ahora.