Libros usados, alternativa en temporada escolar

Y al igual que pasa en febrero, cuando el grueso de estudiantes del país que cursan su educación primaria o secundaria inician clases, ahora las cuentas de los útiles escolares están en la rutina de los padres de familia. 

Una alternativa para aquellos que buscan ahorrar dinero podría ser las librerías de lo usado que, en algunos establecimientos, llegan a albergas más de un millón de títulos diferentes. 

De acuerdo con Sergio Soto, director de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) seccional Antioquia, el consumidor colombiano siempre se ha caracterizado por buscar alternativas para encontrar productos que alivien su bolsillo. 

“Más cuando tenemos hoy una tasa de interés y una inflación alta que hace más difícil poder pagar las cosas con crédito, muchos consumidores de niveles sociales medios y bajos acuden al mercado de lo usado y tener una oportunidad de adquirir bienes durables y semidurables”, señaló.

Entre las alternativas analizadas por LR, se encuentran desde las librerías tradicionales que ofrecen artículos usados hasta páginas de internet especializadas en el canje o venta de libros. Los menores precios son hasta 50% menores si se compara con los textos nuevos. Sin embargo, no todos los casos aplica teniendo en cuenta que también se consiguen elementos de colección.

Incluso, hay establecimientos que llevan años y ha sido un negocio de familia. Es el caso de la librería Torre de Babel, ubicada en el centro de Bogotá en la casa donde nació el filósofo colombiano Nicolás Gómez Dávila, en 1913. En este espacio no solamente se adquieren los más de 250.000 títulos que conforma la colección sino que es un sitio especial para los aficionados a los clásicos.

Otra tradicional cita para la compra de libros usados es la Librería Merlín en la que los usuarios pueden encontrar más de 150.000 títulos. Ambas coinciden en que están en el centro histórico de Bogotá. 

Pero en otros sectores como el barrio Palermo, cercano a la Universidad Nacional, también está el nicho de las librerías de lo usado. Sin embargo, hay que tener algunas recomendaciones para los textos escolares. En ese sentido, Felipe Ossa, gerente de la Librería Nacional de Bogotá recomienda que “en muchas ocasiones los textos escolares se van actualizando y las ediciones no coinciden necesariamente. Ahora los colegios son los que asumen en algunos casos la venta de su material pedagógico o lo están reemplazando por plataformas de educación virtual, lo que hace que el texto físico disminuya en las aulas de clase”. 

Y aunque el mercado no se centra en los útiles escolares, muchos usuarios de lo usado también buscan ejemplares de colección. Lo cierto es que ahora que hay ferias escolares en almacenes de cadena como Panamericana y grandes superficies la recomendación es que si tiene tiempo haga un sondeo de precios en las diferentes opciones que el mercado ofrece. Tenga en cuenta además que las ofertas no se acaban al finalizar la temporada.

Las alianzas con plataformas digitales

Una nueva estrategia que se viene adelantando en las librerías es el vínculo con páginas de venta y compra de artículos por internet como es el caso de Mercado Libre. Ya hay sitios como La Torre de Babel  que ofrecen la alternativa de consultar el catálogo por la web para poder realizar las compras a través de medios electrónicos. Otro es el portal Locanto en el que funciona como un portal de clasificados sectorizado por ciudades sobre libros, películas y música. 

Las opiniones

Felipe Ossa
Gerente Librería Nacional de Bogotá
“Hay que tener en cuenta que los útiles escolares de segunda muchas veces no sirven porque se va actualizando la edición. Ahora también influye mucho la educación virtual”.

Sergio Soto
Director de Fenalco seccional Antioquia
“El mercado del libro usado ha sido una alternativa para los estudiantes incluso mucho más económica que el de sacar las fotocopias para sus clases”.