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Consumo de ropa de segunda mano
Esta forma de consumir prendas de vestir consiste en reutilizar ropa usada, ya sea por medio de ventas o incluso por donaciones
Fiel a su estilo, la moda está en constante renovación y las generaciones más jóvenes están a la vanguardia de sus últimas tendencias. El impacto ambiental del ‘fast fashion’ (moda rápida en español) creó una generación más consciente de las consecuencias de esta en el medio ambiente. Esta nueva ola de jóvenes puso de moda la ropa de segunda mano.
Esta forma de consumir prendas de vestir consiste en reutilizar ropa usada, ya sea por medio de ventas o incluso donaciones. Con ella, se amplia el ciclo de vida de las prendas y se reduce el consumo de materiales.
De acuerdo con GoTrendier, plataforma de venta de ropa de segunda mano en América Latina, 33% de las compras de ropa de segunda mano son realizadas por millenials
De acuerdo con Thred Up, empresa estadounidense de reventa de ropa en línea, el crecimiento en Colombia va en sintonía con las tendencias en el mundo. En 2023, se registraron ventas superiores a $28.000 millones en Colombia.
Thred Up también resalta que el crecimiento en Colombia va en sintonía con las tendencias en el mundo. En el mismo periodo, el mercado de prendas de segunda mano creció en la comparación interanual 18% tras alcanzar US$197.000 millones y se espera que en los próximos tres años, este segmento tenga ventas cercanas a US$350.000 millones.
Basándose en el estudio “De primera mano sobre la segunda mano”, GoTrendier resaltó el espacio que este tipo de ropa ha venido ganando en el país. El año pasado, los comerciantes de prendas en dicha plataforma consolidaron ventas por $28.953 millones y las expectativas para 2027 son alcanzar $48.000 millones en tres años.
Prueba del crecimiento de este segmento en el país se sustenta en el número de compradores de prendas de segunda mano. GoTrendier resaltó que mientras que en 2017 solo existían 89.634 compradores, en 2023 se registraron tres millones de clientes.
Las ciudades más relevantes para la moda de segunda mano son Bogotá, como la mayor compradora del país con 39% del total de compras, Medellín con 9% y Cali 6%.
Ahora bien, el atractivo de este subsectorno se basa exclusivamente en la posibilidad de encontrar ropa en buen estado a buen precio sino en el aporte de la misma a la sostenibilidad.
Al apostarle por un modelo de economía circular en el que se reutilizan las prendas y se reduce el impacto del ‘fast fashion’ en el ambiente, la sostenibilidad de sus actividades también ha fortalecido el consumo de ropa de segunda mano.
GoTrendier resaltó que gracias a este modelo, en 2023 se han ahorrado más de 344 millones de litros de agua, se dejaron de emitir 5.350 toneladas de CO2 y se redujeron en 371.000 kilos los residuos sólidos.
Ana Jiménez, country manager de GoTrendier en Colombia, mencionó las expectativas de la compañía para los próximos años. “Queremos que la ropa de segunda mano se convierta en un hábito en el consumo de moda y más ahora que ya contamos con una vertical para hombres”, afirmó.
La sostenibilidad en el sector de la moda se caracteriza por priorizar el uso de materiales ecológicos, procesos de fabricación éticos y la durabilidad de las prendas.
Este cambio no solo responde a una creciente conciencia ambiental entre los consumidores, sino también a una demanda por transparencia y responsabilidad social por parte de las marcas de ropa.
H&M y Pull&Bear ya le apuestan al uso responsable y ecoamigable de los recursos. Para la fabricación de jeans, camisetas y algunos sacos, ya se muestran etiquetas que anuncian el uso de algodón reciclado, así como del denim; se necesitan entre 2.100 y 3.000 litros de agua para hacer un jean.