¿El secreto para que pueda conseguir un asiento mejor en el avión? Quizá le sorprenda

David Alwadish es el fundador y consejero delegado de ItsEasy, especializada en agilizar trámites relacionados con viajes, como pasaportes y visados. La empresa ha tramitado más de dos millones de estos documentos en más de cuatro décadas, y está autorizada por el Departamento de Estado de EE.UU. a prestar servicios de pasaportes al público previo pago. También puede revisar previamente las solicitudes para asegurarse de que no sean rechazadas en el último momento e intervenir si surgen problemas.

Este ejecutivo de 67 años se desplaza entre dos domicilios, uno en Great Neck (Nueva York) y otro en Boca Ratón (Florida), lo que influye en la aerolínea que elige. "Viajo mucho en JetBlue, porque tienen los vuelos más recientes para llevarme a Boca Ratón. Puedo salir tarde de mi oficina y coger su último vuelo", dice.

Su programa de viajes -de ida y vuelta a Florida cada dos semanas, más o menos- le permite acumular unas 60.000 millas al año, y más si él, su mujer y sus dos hijos se aventuran en uno o dos viajes al extranjero.

Alwadish tiene un artilugio al que recurrir cuando se dirige a un lugar frío

El duradero calentador de manos Ocoopa es una pequeña trampa. Es genial para mantener las manos calientes sobre la marcha. Me encanta llevármelo en mis viajes cuando hace frío. En 2015 me sustituyeron una válvula [cardíaca] y, desde entonces, paso un poco de frío. Con tres ajustes de temperatura, puede adaptarse a sus necesidades específicas, tanto si está al aire libre en el frío o en el interior en un ambiente frío. Como es recargable, no necesitas calentadores de manos desechables, lo que lo convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente.

EasyJet Plc presenta sus últimas tecnologías en una jornada de innovación
En un avión de pasajeros Airbus SE A320 Neo de EasyJet. [NO QUEDA CLARO QUÉ ILUSTRA ESTO, YA QUE MENCIONA A JETBLUE, NO A EASYJET] Fotógrafo: Luke MacGregor/Bloomberg

La mejor manera de conseguir un asiento mejor en un avión

Soy absolutamente el último en subir a un avión. Es como si quisieran llegar a Florida antes que yo, pero, por supuesto, no lo van a conseguir. Me siento allí, esperando, y subo al avión después de todos ellos. Puede que esté en un asiento del medio en la parte trasera del avión, pero si eres el último en subir, puedes ver qué otros asientos quedan libres una vez que han cerrado las puertas de embarque, por ejemplo, un pasillo más cercano a la parte delantera. Si sabes que no hay nadie detrás de ti, puedes coger ese en su lugar. Si bajas el último, podrás ver el asiento de todo el mundo.

¿Quieres ahorrar en tu asignación de líquidos 3-1-1? Prueba este truco

Las jaboneras portátiles son imprescindibles para mí. Mi mujer me las trajo, porque quiere que tenga Purell -para no tener Covid ni ponerme enfermo otra vez- pero no me gusta tener botellas en las manos. Estas son más fáciles de transportar, ya que no tienes que utilizar ninguna de tus asignaciones para líquidos en el equipaje de mano. Me caben fácilmente en el bolsillo.

Dónde encontrar un recurso amistoso y vivo sobre cualquier destino.
Busca o únete a grupos de expatriados en Facebook de tu destino para obtener consejos y opiniones sobre viajes locales. Hace un tiempo fui a Corea del Sur para intentar que Samsung hiciera algo con una patente que tengo, y estudié los grupos de expatriados. Me dijeron que fuera al mercado de Seúl, que está abierto casi las 24 horas del día, para comer kimchi en el desayuno y pasteles de arroz todo el día. Es mejor usar esos grupos que Google, porque puedes hacer las preguntas que te surjan cuando aterrices pero a alguien que ya lo haya hecho. Es un anticipo de lo que puede ser tu experiencia: gente real, preguntas reales, cosas puntuales reales. Y Facebook es mucho más amigable que, por ejemplo, Twitter.

Esta sencilla prenda facilita las interacciones sociales de Alwadish

Suelo llevar mi gorra del FBI para viajar. Lo compré en Washington. Creo que no hay duda de que hace que la gente mire y se pregunte. Y cuando se lo preguntan, pecan de respetuosos. Miro a todo el mundo, y ellos me miran a mí con mucho cuidado. Escucha, una vez subí al avión y no me lo podía creer. La encantadora azafata me dijo: "Gracias por todo lo que haces". Y entonces, ¿qué otra cosa iba a decir? Sólo dije: "De nada. Y lo mismo para ti. Creo que ambos tenemos puestos de mucha responsabilidad, y no deberías ser menospreciada por lo que haces".

Un consejo sencillo para hacer amigos viajando sola

El primer viaje que hice sola fue a Acapulco, México, hace mucho tiempo; tenía veinte años. Fui porque era una amante despechada y me daba pena. Decidí coger un avión e irme. Aprendí mucho sobre mí misma en ese viaje. Y conocí a mucha gente por mí misma. 100% sin duda, la mejor manera de conocer gente es centrarse en otros viajeros en solitario. Ellos también querrán conocer a alguien.

Prueba esta forma fiable de llegar al aeropuerto.

Me encanta el trayecto en metro al aeropuerto de LaGuardia. Desde mi oficina en el centro de Manhattan, puedo bajar por la escalera mecánica y coger el F hasta Roosevelt Avenue, y luego coger el Q70 [autobús] hasta el aeropuerto, que no cuesta nada. Siempre estoy allí en 40 minutos, en lugar de coger un Uber que podría costar 70 dólares y parar y parar y parar todo el tiempo.

Qué hay que comprobar a la hora de elegir el momento más inteligente para volar.

Todos sabemos lo concurrido que va a estar el aeropuerto de salida, pero busca también en Google cuándo va a estarlo el de destino para evitar atascos al aterrizar: Heathrow tiene más tráfico a partir de las 10 de la mañana, por ejemplo. La realidad de viajar y luego volver no es fácil. Hace poco, cuando estuve en Lisboa, muchos aviones aterrizaron en Lisboa a una hora determinada, y fue desalentador tener que coger autobuses para llegar a la terminal. Fueron horas de facturar y facturar.

Aprovecha los espacios sociales del tren.

Incluso si no viajas en un grupo de cuatro, coge el cuatro superior en un tren, con la mesa. No te cortes a la hora de compartir ese espacio en un tren regional o Acela. Tuve que ir a Washington [DC] con mi abogado, y nos sentamos allí. Justo enfrente de mí había un señor que trabaja para McKinsey y que viaja casi sin parar. Cogió mi tarjeta, porque le encantó que le ayudara con los pasaportes. Nos lo pasamos muy bien, y todo gracias a la configuración del Acela, como cuatro personas alrededor de una mesa de cocina, lo que significaba que no podías evitar no hablar. No dejamos de hablar en tres horas y media.