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Diciembre, el más fuerte en venta de juguetes
Este mes concentra hasta 60% de las ventas anuales de juguetes en Colombia. Peluches, licencias y compras de impulso lideran la temporada de fin de año
Diciembre vuelve a ser el mes que define el negocio de los juguetes en Colombia. En pocas semanas se concentra una parte sustancial del gasto de los hogares, impulsado por la tradición de regalar al Niño Dios, el cierre de año escolar y una oferta que mezcla juguetes económicos, artículos de impulso y productos de mayor valor asociados a marcas y licencias globales. Para el comercio, no es solo una temporada alta, es el periodo que termina explicando el resultado del año.
A escala global, el mercado de juguetes y juegos alcanza en 2025 un valor cercano a US$287.000 millones, de acuerdo con estimaciones de Euromonitor International, firma especializada en análisis de consumo y retail. El crecimiento del sector ya no depende únicamente del público infantil. El mismo informe señala que el consumo adulto, asociado al coleccionismo, la nostalgia y el entretenimiento, se ha convertido en uno de los principales motores del mercado, una tendencia que también se refleja en Colombia.
En el caso colombiano, estudios privados de mercado como los de Statista estiman que el segmento de juguetes y juegos superó US$2.100 millones en 2024 y mantiene una senda de crecimiento moderado hacia 2025. Más allá del tamaño del mercado, el rasgo que lo define es su alta estacionalidad. Análisis del comercio minorista y reportes de firmas como NielsenIQ y Kantar indican que entre noviembre y diciembre se puede concentrar entre 35% y 60% de las ventas anuales de juguetes, y que diciembre puede registrar facturaciones hasta cuatro veces superiores a las de un mes promedio.

Esa dinámica se replica en cadenas de retail de consumo masivo como Miniso Colombia. Silvia Martínez, gerente de marketing de la compañía, explica que para esta temporada proyectan un crecimiento de 10% frente al cierre de 2024, con una facturación estimada superior a $52.000 millones, según cifras internas de la empresa. De acuerdo con la ejecutiva, cerca de 25% de las ventas anuales de la cadena se concentran en noviembre y diciembre y solo en diciembre las ventas crecen en promedio 60% frente a un mes regular del año, lo que confirma el peso estratégico de la temporada.
El comportamiento del consumidor también cambia. Martínez señala que en Navidad se incrementa la compra por impulso, el número de artículos por transacción y la búsqueda de productos con alto valor percibido, pero a precios accesibles.
En ese contexto, los peluches siguen siendo los reyes. Miniso indica que la compañía vende alrededor de 3 millones de peluches al año y que esta categoría representa cerca de 60% de su negocio de juguetes. Dentro de esta línea destacan figuras de animales clásicos y personajes con licencias populares, junto con mini peluches, llaveros y blind boxes, productos pequeños y de bajo costo que se ajustan al patrón de compra que sugiere la temporada de Navidad.
A estas categorías se suman bloques armables, rompecabezas y sets didácticos y creativos, que combinan entretenimiento con valor lúdico o educativo. Según la compañía, los juguetes educativos, tecnológicos o sostenibles representan hoy 17,7% de las ventas totales de juguetes, una participación que ha venido creciendo de la mano de nuevas referencias y mayor interés de los consumidores.
El mercado también está marcado por la presencia de grandes fabricantes internacionales. Hasbro, uno de los principales jugadores globales del sector, llega a la temporada navideña con una amplia oferta disponible en cadenas como Pepe Ganga, Falabella y Panamericana. Entre los productos se encuentran referencias como La Parrillada de Play Doh, con precios cercanos a $399.900; juegos de acción física, como Hasbro Games Rebounce alrededor de $129.900; lanzadores Nerf como el Loadout Galactic Commander por cerca de $369.900; y el Nerf Pro Gelfire Warp Speed que alcanza $399.900, además de juguetes licenciados como el Barco Pirata de Spidey y sus sorprendentes amigos con valores cercanos a $349.900, precios de referencia suministrados por la compañía y los puntos de venta.
El entorno no ha sido ajeno a presiones. El sector ha enfrentado la volatilidad de la tasa de cambio y el incremento de los costos logísticos internacionales, factores que han impactado el valor de los productos importados, una situación documentada por gremios del comercio y análisis del Banco de la República sobre inflación importada. Frente a este escenario, Miniso ha optado por estrategias como la optimización de su cadena logística, la planificación anticipada de inventarios y la diversificación de proveedores, con el objetivo de mantener precios competitivos y garantizar abastecimiento.
El ticket promedio por cliente muestra un crecimiento sostenido en esta temporada, impulsado por una mayor demanda de categorías de valor como hogar, tecnología, salud y belleza, además de juguetes, según cifras internas de la compañía.
En cuanto a canales, el negocio sigue siendo principalmente físico. De acuerdo con Miniso Colombia, las ventas digitales representan cerca de 1,4% de su facturación total y funcionan como un canal complementario, apoyado por alianzas de entrega inmediata como Rappi.
Para las marcas y cadenas de retail, la temporada exige un equilibrio entre surtido, disponibilidad y precio, en un mercado donde la decisión se toma en pocos segundos y el regalo compite con múltiples opciones.
Así, diciembre vuelve a confirmar su papel como el mes que define el negocio del juguete en Colombia. En un entorno marcado por la estacionalidad, los costos logísticos y el peso de las licencias, el desempeño de estas semanas termina siendo clave no solo para cerrar el año, sino para marcar el punto de partida del siguiente ciclo.
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