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En Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla se encuentra por lo menos un inmigrante en cada cinco de 10 barberías o peluquerías.
La llegada progresiva de migrantes de Venezuela, si bien es un fenómeno ya común en las principales ciudades de Colombia, también va adquiriendo un impacto creciente en los servicios a los que acceden los colombianos en su vida cotidiana.
En lugares como restaurantes, bares, peluquerías, barberías, hoteles y actividades como domicilios, trabajo doméstico, transporte público y carga en plazas de mercado, los venezolanos han encontrado las principales formas de ganarse la vida en el país.
Luego de realizar un sondeo en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, LR encontró que en cada cinco de 10 peluquerías o barberías de barrio trabaja por lo menos un migrante de Venezuela. Así mismo, en cada cuatro de 10 restaurantes que ofrecen menú tipo ‘corrientazo’ se encuentran uno o dos empleados que se desempeñan como meseros o cocineros.
Esta es una dinámica que también se ha extendido a las aplicaciones de entregas como Rappi, Domicilios.com, UberEats o iFood, que se han convertido en plataformas mediante las cuales muchos expatriados se rebuscan su ingreso económico diario.
Sobre este impacto que tiene el empleo de venezolanos en múltiples sectores de la economía, Claudia Hernández, directora de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés) en Bogotá, señaló que hay muchos retos para los diferentes gremios que ofrecen servicios, así como para el Gobierno Nacional en pro de brindar más apoyo a esta población.
“Es complicado consolidar datos oficiales de empleo para los migrantes en estos sectores por el tema de legalización de documentos, pero sí es usual encontrar en restaurantes medianos o pequeños, tipo ‘corrientazo’, que contratan a una o dos personas de este país. En sitios de más alta gama, los equipos son más consolidados y es más difícil la contratación si no se tienen todos los documentos en regla”, expresó Hernández.
Cindy Arenas, exdirectiva de la Asociación Colombiana de Estilistas, indicó que la tendencia al alza de migrantes en el sector de belleza y cosmética se ha acentuado gradualmente “y ha venido creciendo especialmente en los últimos años, como se ha visto en las principales ciudades del país”.
En este sentido, la presencia de venezolanos es evidente para la realización de servicios como pedicure, manicure, tinte de cabello o barberías, que son de los negocios que más crecen en este sector en ciudades como Medellín, Cali o Barranquilla.
Otra área en la que ha incrementad la presencia de venezolanos son los sitios nocturnos de entretenimiento. Camilo Ospina, presidente de Asobares, explicó que “con la regularización que se les ha brindado por parte del Estado para que tengan permiso de trabajo, han llegado a ocupar posiciones en mesa, bar e, inclusive, administración. Hay experiencias muy positivas de gente preparada en términos de coctelería o mixología y que están haciendo cosas increíbles en las barras”.
María Roa, presidenta de la Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico (Utrasd), destacó que “con la llegada de mujeres de Venezuela se ha acentuado la precariedad de las condiciones para las empleadas del servicio doméstico y muchas de ellas cambian una remuneración mínima por una comida u hospedaje, lo que impacta también a las trabajadoras locales. Se debe exigir tanto el salario mínimo como las prestaciones sociales y horas extra, pero muchos empleadores se aprovechan de su situación, perjudicándolas a ellas y a muchas trabajadoras nacionales”.
Estos sectores de servicio y consumo son en los que más se aprecia el impacto de la llegada de migrantes de Venezuela, junto con las ventas ambulantes en vehículos de transporte público de todo el país. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos que realizan entidades como el Ministerio de Trabajo en pro de un mayor control con la creación del Registro Único de Trabajadores Extranjeros en Colombia (Rutec), la tasa de desempleo para los venezolanos que han llegado en el último año se ubica en 18%, casi duplicando al promedio nacional.
De acuerdo con un informe del Dane, dominan como principales ocupaciones el empleo informal, independientes, el desempleo y el no reporte de actividades, lo que dificulta un diagnóstico que mejore sus condiciones en Colombia.
Antonio Gómez, presidente de la Unión de Trabajadores Venezolanos y Colombo-Venezolanos (Utraven.co), señaló que esta es una situación real y se complica porque “muchos profesionales, bien preparados, han llegado al país pero se les dificulta el tema de homologación del título porque deben apostillar el diploma y otros documentos. Las personas que, por su parte, llegan sin muchos estudios, están dispuestos a trabajar en casi cualquier actividad”.
Comfama lidera ferias de empleo
El año pasado, Comfama realizó dos ferias de empleo en Medellín que generaron gran impacto a nivel nacional, pues se difundieron con el eslogan ‘Venezolano rima con hermano’. Como parte de la iniciativa, se atendieron 3.151 personas, de las cuales 35% contaba con documentación para trabajar en el país. A su vez, 658 personas han asistido a orientación ocupacional especializada, mientras que 60 han sido vinculados, en su mayoría, como operarios y en cargos relacionados con servicio al cliente. Comfamiliar Atlántico y Combarranquilla también han organizado ferias para los migrantes en la Costa Caribe.
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