El anunciado plan de retiro voluntario en la Industria Licorera de Caldas (ILC), con el que la firma busca alivianar, por lo menos una de las muchas cargas que la agobian, ha generado incertidumbre. Aunque se había dicho que a mediados de año se definiría algo al respecto, tras la realización de un estudio, del tema no hay definiciones. Por ahora se sigue señalando que en la licorera caldense sobran entre 80 y 100 personas.