Como se anticipó en este espacio la semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos (1951) le bajó el tono al Plan de Choque, porque suena a crisis. Por eso se pensó en uno más amigable como Pipe (Plan de Impulso para la Productividad y el Empleo). El arte de saber comunicar, que no parece ser la mayor virtud de este Gobierno, volvió a salir a flote con este reversazo. Aunque hay que reconocer que es mejor tarde que nunca.