Un gran porcentaje de la población recibió con agrado la noticia que la reforma tributaria plantea reducir en $200 los impuestos a los combustibles (gasolina y Acpm). Sin embargo, otro tanto expresó su voz de rechazo no por la rebaja sino porque en el texto de la reforma se plantea la posibilidad de que el Gobierno subsidie el precio de la gasolina por medio del presupuesto nacional, lo cual es regresivo.