El presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade, no ha podido conciliar el sueño por estos días. La causa de su insomnio, según sus allegados, es por los múltiples enemigos que le han salido a los proyectos de las Autopistas de La Prosperidad que mueven $47 billones. Andrade ha puesto en evidencia su preocupación por la persecución que ha emprendido contra él congresistas y empresarios que quieren su salida.