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Recomendaciones para la reducción del riesgo por fenómeno de El Niño

martes, 24 de junio de 2014
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Fue precisamente esta instancia gremial la que solicitó a la Federación Nacional de Cafeteros convertir a  la caficultura de nuestro país en una caficultura climáticamente inteligente, utilizando el conocimiento de Cenicafé, que lleva más de 75 años generando e investigando tecnologías apropiadas para la producción de café de manera productiva con calidad sostenible. 

Uno de los muchísimos ejemplos de la implementación de este mandato es la reciente publicación del  avance técnico número 445 de Cenicafé, en el cual se recomiendan labores específicas para estar preparados y se lanzan las “alertas tempranas” en cuanto a un eventual fenómeno del Niño.  En este documento, disponible a todos los caficultores a través de la página web de Cenicafé y a todos los extensionistas del país, se hace un gran énfasis en  la fertilización como una práctica fundamental para la productividad de los cultivos. Resumo a continuación algunos apartes para tener en cuenta:  Los cafetales, al igual que los demás cultivos, requieren del suministro de nutrientes para crecer y producir frutos. Una parte importante de estos nutrientes proviene del suelo, pero la mayoría de las veces es necesario complementar las necesidades mediante la aplicación de fertilizantes.  Si las plantas están bien alimentadas son más sanas y resisten en mayor grado las condiciones desfavorables, como la sequía. Una adecuada nutrición en condiciones de El Niño es clave para mantener u optimizar la productividad. 

Es importante recordar que las plantas toman los nutrientes única y exclusivamente del suelo. Esto quiere decir que en períodos secos de El Niño, cuando escasea el agua, se reduce notablemente la absorción de los nutrientes o puede detenerse casi por completo; además, se necesita del agua para disolver los fertilizantes. 

Por lo anterior, la decisión de aplicar el fertilizante debe basarse en la disponibilidad y cantidad de agua y la distribución de las lluvias. 

En zonas de alto riesgo de escasez de agua se deben programar sólo dos aplicaciones del fertilizante al año. Será necesario procurar que las plantas absorban la mayor cantidad de nutrientes antes que inicie el período crítico de sequía, con el fin de soportar las condiciones que se aproximan. 

Generalmente los períodos más secos ocurren de enero a marzo y de junio a septiembre, por lo que se sugiere evitar aplicaciones cercanas a estas fechas; por ejemplo, se puede hacer una fertilización en septiembre-octubre y otra marzo-abril. 

Un sólo evento de lluvia durante el período seco no es garantía que existan condiciones de humedad para la aplicación del fertilizante. El éxito de la labor se asegura a medida en que las lluvias se vuelven más constantes. De no ocurrir esta condición, se limita significativamente el resultado de la labor. En todo caso, para hacer la aplicación de fertilizante es absolutamente necesario que el suelo este húmedo. 

No olvidemos que el análisis de suelo es fundamental para hacer una adecuada nutrición. Para mayor orientación consulte su extensionista en el Comité de Cafeteros de su municipio. Estar preparados para afrontar esta condición climática utilizando la información disponible nos permite reducir perdidas y obtener una buena rentabilidad.

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