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Nitrógeno, un nutriente que debe regularse en la caña

martes, 28 de mayo de 2013
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Merian Araujo

Como en la mayoría de los cultivos, la siembra de la caña de azúcar también requiere del tratamiento de suelos y suministros de nutrientes que van a permitir incrementos en la producción, por el aumento de la generación de sacaroza (azúcar). Sin embargo, el suministro de nitrógeno, que hace parte de los nutrientes primarios que demanda el cultivo de la caña, debe regularse, pues es probablemente este la fuente de nutrición que, en dosis excesivas, más limita su crecimiento.

Sin embargo, con prácticas apropiadas que involucren al nitrógeno, se puede conseguir buenos resultados, como el aumento en el nivel de producción, así como la reducción de los montos de inversión en las  unidades.

Para ello, un primer paso clave es el estudio de los suelos, determinado por un ingeniero agrónomo, pues pese a que las condiciones cambian de acuerdo con las regiones y sus climas, es usual notar que se suministran los mismos nutrientes y en las mismas cantidades.

“La literatura mundial informa que los contenidos de Nitrógeno en el suelo son muy variables, determinando en el caso de los suelos pertenecientes a zonas tropicales concentraciones en el rango de 0,02% a 0,4% en la camada arable, siendo estos más altos en suelos de características orgánicas”, explica Marcos Chaves Solera, ingeniero agrónomo.

Es así que, para determinar la necesidad de cada plantación, hay diferentes métodos que se pueden aplicar.

Entre estos, está la práctica de comparación, que indica una dosis en diferentes hectáreas, para medir los resultados y determinar cuál es la mejor proporción.

Sin embargo, explica Chaves, que también es clave balancear las condiciones nutricionales de la tierra, en especial si se tiene en cuenta que, por defecto, la caña de azúcar es una plantación que demanda mucho nitrógeno.

En ese caso, los elementos recomendables para complementar el tratamiento del suelo son el fósforo y el potasio, seguidos por algunos secundarios como el calcio, magnesio y azufre.          

Hay que abastecer la alta  demanda de los suelos

En particular, la caña de azúcar es un cultivo que extrae muchos nutrientes del suelo. Aún más, cuando son tierras vírgenes, que cuentan con un balance nutricional, el cultivo suele desequilibrar los minerales que extrae y es necesario que los cultivadores atiendan con prontitud esta demanda. En ese sentido, “es recomendable que tanto antes de la siembra, como en el crecimiento de ésta, se equilibren los nutrientes”, explicó Marcos Chaves Solera, ingeniero agrónomo.

“la planta  de caña de azúcar es altamente extractiva y agotadora de los suelos donde se cultiva, lo cual obliga a restituir nutricionalmente”.

Marcos Chaves Solera

Ingeniero agrónomo

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