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La palma de aceite y los TLC

martes, 23 de abril de 2013
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Arturo Infante Villareal

La agroindustria palmera en Colombia pasa por un momento incierto justo cuando se suscriben múltiples Tratados de Libre Comercio (TLC) con países en la mayoría de los continentes. Han aparecido enfermedades que han devastado regiones palmeras, otras letales menos conocidas, y viejas enfermedades cuya acción destructiva se ha potenciado con el nuevo entorno fitosanitario.

La enfermedad que más ha afectado a Colombia es la Pudrición del Cogollo (PC), la cual destruyó más de 30 mil hectáreas en la zona de Tumaco; afectó a casi todas las plantaciones de los Llanos Orientales y apareció con enorme virulencia en la zona central del país, particularmente en Puerto Wilches. De acuerdo a las investigaciones de Cenipalma, esta enfermedad contagiosa es causada por un microorganismo (Oomycete) llamado “Phytophthora palmivora” que afecta las hojas, particularmente al cogollo de la planta o flecha -que es la última hoja que produce la palma- ocasionando daños a sus tejidos.

La fermentación de estos daños atrae al insecto “Rhynchophorus palmarum” que es el trasmisor de otra vieja enfermedad letal conocida como el Anillo rojo-hoja corta, la cual con la ayuda de las larvas del insecto penetra en el tallo de la planta y afecta su meristemo (núcleo vital), ocasionándole la muerte. La PC surge lentamente en una plantación y su cubrimiento crece exponencialmente, y por esto, el primer paso para enfrentarla es el reconocimiento y la detección oportuna de las palmas infectadas con el fin de extirpar los tejidos enfermos, incluyendo los del tallo, sin tocar al meristemo.

Estas cirugías son practicables en las palmas jóvenes bajas y son impracticables financieramente en las palmas adultas muy altas, motivo por el cual hoy simplemente se aconseja la eliminación de las palmas adultas enfermas. La tala parcial preventiva de una plantación es viable cuando se trata de un porcentaje bajo, pero si se contempla eliminar el 30% ó 50% del cultivo, es una perspectiva catastrófica. También, se ha observado que algunas variedades de las palmas de origen africano toleran y se defienden mejor de la PC, y que los híbridos “alto oleico” por su robustez, son definitivamente más tolerantes.

Estos híbridos resultan del cruce del material genético africano con palmas oriundas de América y aunque se vienen investigando desde hace algún tiempo, aún se conciben como plantas nuevas que apenas se empiezan a conocer y caracterizar. Además, tienen el inconveniente y sobrecosto de requerir la polinización manual con cuadrillas especializadas y del mayor costo de su establecimiento hasta el tercer año (el año anterior, éste ascendía a más de $11 millones por hectárea sin incluir el valor de la tierra).

En Tumaco, es tal la letalidad del PC sobre el material africano, que todo se resiembra con “alto oleico”, a pesar de los mayores costos.  La incidencia de las enfermedades en las finanzas de la palma colombiana se ocultó tras los altos precios internacionales superiores a US$1.000 por tonelada, que prevalecieron durante varios años. Como se temía, estos descendieron por debajo de US$ 700/ton en diciembre pasado, cifra similar al costo de producción de muchas plantaciones. A esto se debe agregar el valor del transporte a los mercados de consumo que puede oscilar entre US$230 y US$110 si se trata de exportaciones.

En términos muy gruesos, para que una plantación pueda enfrentar satisfactoriamente su flujo de caja sin producir utilidades, debe producir entre 15 y 16 toneladas anuales de fruto fresco por hectárea, cuando el gran promedio nacional se encuentra por debajo de 20 ton/año.

El impacto financiero de la PC consiste en remover casi totalmente de la producción a las palmas enfermas durante varios años, y de manera permanente a las erradicadas. Así, si la mitad de la plantación padece de PC, para poder atender el flujo de caja, la producción promedia de las palmas no afectadas debe ser de 30-32 ton anuales de fruto fresco, cifra bastante alta como promedio, que demanda inversiones altas para mantenerla.

Consecuentemente, mucha de la palma colombiana no es competitiva en los TLC y en principio y como ejemplo, solamente la zona norte sería viable para aprovechar el Tratado que ya se terminó de negociar y que pronto entrará en vigencia con Corea del Sur.

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