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La agroindustria se quedaría por fuera de la nueva propuesta del Gobierno

sábado, 14 de julio de 2012
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Liz Margarita Matías Peña

De las 92 zonas francas que actualmente están aprobadas en el país, solo 18 desempeñan actividades relacionadas con el sector agropecuario, principalmente en la industria de la palma y sus derivados.

Pero la norma que en su momento le dio vía libre a los empresarios del agro para entrar al régimen franco podría desaparecer con el proyecto de decreto que se estructura actualmente en el Gobierno, que excluye por completo la participación de las uniempresariales que ofrecen bienes.

Algunos representantes del sector se declararon 'sorprendidos' de que el borrador no cuente con beneficios exclusivos para el sector como los hay en turismo y salud.

Una de las razones que explicaría esta posible modificación sería la ubicación geográfica de estos proyectos, pues la medida vigente establece que además de la inversión de 75.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes, o la vinculación de 500 o más trabajadores, es obligatoria la vinculación de la zona franca con las áreas de cultivo y con la producción de materias primas, factor que impide que el proyecto se realice en zonas más cercanas a los cascos urbanos del país.

Golpe duro al sector

Para el presidente de Fedebiocombustibles, Jorge Bendeck, de establecerse una norma de este tipo se le estaría dando un golpe duro al agro colombiano, especialmente al que se desarrolla en zonas apartadas que se caracterizan por sus buenas tierras, pero también por sus problemas de inseguridad.

'Una de las razones por las cuales el Gobierno aceptó conceder estas zonas francas es porque se les ofrecía incentivos a los capitalistas para que invirtieran en zonas dominadas por la violencia', dijo el dirigente gremial, quien agregó que con el régimen franco se ofrecen puestos de trabajo dignos en sitios donde solo se puede sobrevivir con el contrabando e integrando grupos al margen de la ley.

Para Bendeck, si en Colombia se opta por esta posibilidad no se podrá competir contra otros países de la región. 'Por ejemplo, aquí están llegando inversionistas de Israel, quienes vienen detrás de un modelo empresarial como el que se viene manejando en el agro. Pero si nosotros no damos ese incentivo, entonces los empresarios se irán para otra parte', explicó.

Para los conocedores del tema, son tres los motivos que explican el porqué de la necesidad de continuar con este modelo empresarial en el sector agroindustrial. El primero de ellos es la posibilidad de generar empleo digno en zonas donde los niveles de pobreza son elevados. En segundo lugar está la disminución de las emisiones contaminantes, y finalmente la opción de reducir la dependencia del petróleo.

Una opción para otras actividades

Aunque de las 18 zonas francas autorizadas para operar actualmente en Colombia 10 están directamente vinculadas a la producción de biodiesel y etanol, otros subsectores también tienen presencia. Ese es el caso de alimentos, frutas, azúcar y aceite de palma, empleado también en la elaboración de productos que van desde comida hasta aseo. En el caso de los proyectos que están hoy en día a espera de la declaratoria por parte de la Dian, se destaca la Destilería Riopaila S.A., un complejo que se destinará a la producción de etanol, en el que además se tiene prevista una inversión aproximada de $100.000 millones y que entrará en operaciones el próximo año.

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