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Invención: el camino para dar a los bienes mayor valor agregado

miércoles, 27 de noviembre de 2013
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Carlos Alberto Plata Gómez

Japón y Estados Unidos lideran la lista de países que solicitan y otorgan mayor número de patentes según un ranking publicado por la World Intellectual Property Organization en 2007 y 2010.

Las empresas que realizan más solicitudes internacionales de patentes, se están focalizando en este tipo de desarrollos y tienen muy claro que la investigación, el laboratorio, el capital humano y las patentes son un matrimonio indisoluble. El número de solicitudes de patentes (PCT – Tratado de Cooperación en materia de patentes) aumentó 4,8%. China, Corea y Japón son los países con mayor crecimiento.

El PCT se ha convertido en una protección para las patentes en el plano internacional. Son 142 los Estados que hacen parte del PCT. Una solicitud internacional de patente con arreglo al PCT ofrece al aplicante una estandarización en requisitos de forma, además de un sistema centralizado de publicación internacional.

Las empresas y Universidades líderes en solicitudes, son reconocidas por sus enormes fortalezas en materia de investigación y por sus laboratorios.

Es el caso de Panasonic Corporation con 2.154 solicitudes, ZTE Corporation de China con 1.863 solicitudes, Qualcomm Incorporated de EE.UU con 1.677, Huawei Technologies Co de China con 1.528 solicitudes, Koninklijke Philips Electronics N.V. de Países bajos con 1.435, Robert Bosch GMBH de Alemania con 1.301, LG Electronics Ins. de Corea con 1.298 y Sharp Kabushiki kaisha de Japón con 1.286 solicitudes.

Se destacan otras empresas como Nokia, Nec, Basf Se, Siemens, Mitsubishi Electric Corporation, Samsung Electronics, Fujitsu Limited, Hewlet-packard Development Company, L.P., Microsoft, Dupont, Canon Kabushiki Kaisha, Fujifilm Corporation, General Electric, Bridgestone Corporation, Research in motion Limited, Raytheon Company, L’oreal, Google inc., Nikon Corporation, Gmbh Y Boehringer Ingelheim International, Intel Corporation, y Baker Hughes Incorporated, Proter & Gamble Company y Apple Computer, entre otras.

Iniciativa, inventiva e innovación

Se pueden citar varios ejemplos de creatividad e inventiva de muchas empresas y Universidades a partir de la forma como han concebido sus procesos de innovación y han integrado a sus investigadores con sus laboratorios.

El caso de 3M innovative properties company, de la Agencia por la Ciencia, la Tecnología y la Investigación (Agency for science, technology and Research) de Singapur, de los laboratorios de la Universidad de Berlin, de Harvard, Stanford, Berkeley, Chicago, Johns

Hopkings, Columbia, Princeton, Cambridge, Oxford, Osaka, Keiko, Tonoku, Kyoto, Cincinatti, el langer lab de MIT, el de Simone Research Group en la Universidad de Carolina del Norte, el laboratorio del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (Korea advanced institute of Science and technology), del Purdue Research Foundation de EEUU, del Yissum Research Development company of the Hebrew University of Jerusalem, la Universidad Tecnológica de Helsinki, o el laboratorio de la Universidad de Manchester (Reino Unido) en el que los físicos Konstantin Novosiolov y Andréy Gueim descubrieron una forma bidimensional de carbono denominado grafeno que los hizo acreedores al premio Nobel de física del año 2010.

A nivel de Latinoamérica, se destacan los laboratorios de la Universidad de Sao Paulo, de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Autónoma de México.

Propuestas ecológicamente sostenibles

A pesar de los indiscutibles avances que se han logrado con propuestas innovadoras y patentes relacionadas con la carrera espacial, con las telecomunicaciones, con la medicina, con la mecánica y la química cuántica, los países industrializados y las tecnologías asociadas con la explotación y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables y con la industria petroquímica, están en deuda con la humanidad por la generación de basura no biodegradable, por la emisión de agentes contaminantes y el grave impacto al ecosistema y a la biodiversidad animal y vegetal, afectándose las fuentes de agua y la recarga natural de la tierra.

Estamos muy rezagados en la utilización y aprovechamiento de “energías renovables” como la solar, la eólica y la geotérmica, como también en resolver necesidades tan básicas como el suministro de agua potable.

En el año 2005 el Señor Loic Fouchon presidente del Consejo Mundial del Agua (CMA), advirtió en Monterrey que más de 1.500 millones de personas no tienen acceso a una cantidad de agua suficiente para su supervivencia.

En Colombia sólo 12,5% de los departamentos del país ofrecen agua sin riesgo para el consumo humano. Como afirma Lester Brown, se requiere más compromiso para asegurar un desarrollo ecológicamente sostenible produciendo energía de manera limpia, restaurando los sistemas naturales como los suelos, los acuíferos y la atmósfera, y reduciendo las emisiones de carbono en 80% antes del 2020.

No se puede innovar deshumanizando, ni retrocediendo, ni degradando, ni, mucho menos, innovar para enmascarar el culto enfermizo al consumismo o para estimular el ansia frenética por la novedad, generando una falsa conciencia de lo que es el progreso y el bienestar. Alimentar esa falsa conciencia con trucos mediáticos y publicitarios es exacerbar el apetito irreflexivo por la basura reciclada.

La innovación siempre debe crear valor para la sociedad y contribuir con el desarrollo humano con equidad. Debe buscarse un equilibrio entre la investigación básica (pura o fundamental) y la aplicada.

Colombia frente al mundo

¿Cómo competir de verdad para poder firmar un TLC con Corea o con cualquier país desarrollado, en condiciones equitativas? ¿Cómo hacerlo si, según la Usito (United States Patent and Trademark Office), en los últimos 30 años Colombia no alcanzó a llegar a 280 patentes frente a Corea que ya sobrepasó, al día de hoy, las 110.000 patentes?

En el año 2012, a Colombia le fueron otorgadas 16 patentes. Mientras tanto, a Corea del Sur le fueron reconocidas 14.168, a Japón 52.773, a Alemania 15.041 y, sólo a Estados de los Estados Unidos como California, 34.660.

La inversión privada en investigación y desarrollo en países líderes en innovación como Suecia, Noruega, Alemania, Reino Unido, Dinamarca o Finlandia representa entre 1,9% y 2,3% del PIB. El empleo en sectores de media y alta tecnología representa casi 7% del total de la población activa. La media europea es 6,69%. El número de pequeñas y medianas empresas que innovan es de 42,45% del total de las empresas de los países líderes en innovación.

¿Cómo aspirar a conquistar nuevos mercados por fuera del carbón, del oro, del petróleo, de las confecciones, de la industria gráfica, de las frutas, de las artesanías si, según la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), para el año 2007 sólo 6,1% de las patentes solicitadas en Colombia fueron gestionadas por sus residentes?

En ese mismo año, únicamente 0,005% de las patentes solicitadas en Estados Unidos fueron gestionadas por colombianos.

Es necesario mejorar el coeficiente de invención competitivo (CIC) con un crecimiento sostenible e “inteligente” soportado en investigación básica y aplicada; con una economía competitiva y del conocimiento basadas en una gestión racional de los recursos naturales.

Como afirma la Ingeniera Martha Eugenia Díaz Montoya, el talento investigador en Latinoamérica y en Colombia es de más amplio espectro; lo vemos en la mujer y en su integración horizontal en ciencias experimentales y de la ingeniería. También lo vemos en tecnólogos, en empíricos y en autodidactas.

Es necesario generar capacidad de interacción entre grupos de investigadores como también estimular una actitud y una cultura de aceptación del error.

El profesor Alfonso Correa, Asesor de la Universidad Nacional de Colombia, dice que “un país sin investigación es ciego, sordo y mudo”. Ciego porque no sabe para dónde ir, sordo porque no entiende nada de lo que otros le dicen y mudo porque no tiene nada que decir.

Es el momento de darle valor agregado a los bienes que consumimos y convertirlos en productos procesados con talento colombiano, con investigación colombiana y con creatividad colombiana. Si somos competitivos produciendo y generando conocimiento, dejaremos de ser solamente exportadores de materias primas.

Colombia presenta unos registros y promedios poco consistentes de inversión en ciencia y tecnología (0,16% a 0,47% del producto interno bruto). Se podría decir que hay investigadores pero no hay laboratorios. Hay inventiva pero no hay crédito. Hay proyectos que podrían convertirse en grandes emprendimientos pero el sistema financiero no está interesado en que dichos proyectos constituyan una garantía, a pesar de que la banca, por definición y por principio, es un servicio público. Tampoco se han desarrollado conceptos tan universales como el de capital de riesgo, aplicado a la investigación.

La confianza inversionista debe estimular, promover y desarrollar proyectos de investigación que son los que realmente definen y generan el desarrollo. La estructura de nuestras exportaciones no está concebida para bienes de alto contenido tecnológico sino para algunos “commodities” como el carbón, el petróleo, el ferroníquel y el café.

En Colombia algunos empresarios y emprendedores han logrado obtener patentes relacionadas con el área de la salud, procesos industriales y el medio ambiente. Muchos de esos esfuerzos se realizan a pesar de los innumerables obstáculos y de las más variadas vicisitudes.

Lo paradójico es que se han logrado resultados importantes con reconocimiento en el exterior y apoyo de instituciones extranjeras a innovaciones radicales e incrementales, colideradas por empresarios colombianos.

Es así como se puede influir en la definición de la agenda global y transformar las reglas de juego, dejando de comportarnos como idiotas útiles o como parte del engranaje de un mercado que nos impone gustos, hábitos y tendencias, frente a los avances tecnológicos.

En materia de patentes no solo debemos pensar en la brecha numérica que puede parecer alarmante frente a países desarrollados o, inclusive, frente a países de la región. Es más importante pensar en la calidad de las patentes en términos de innovación, de utilidad, aplicabilidad industrial y, sobre todo, de relevancia continental y global en función de la preservación del ecosistema.

Hay tres ejes sobre los cuales debe gravitar una patente: 1) innovación, 2) utilidad y 3) mejoramiento de la calidad de vida preservando el ecosistema.

Claramente, hay que mejorar la oferta nacional de innovación y empezar a gerenciar en serio tanta creatividad represada. Tenemos una gran oferta de talento humano y de biodiversidad, pero hay que generar valor agregado a los productos y servicios de origen nacional.

Trabajar en innovaciones radicales e incrementales es bastante posible desarrollando los artículos 4° y 7° de la Ley 1286 de 2009 que es la espina dorsal de una verdadera política de innovación armonizando el rol del Estado con la iniciativa privada.

Es el momento de abrir ese enorme contenedor de inteligencia y creatividad que es Colombia, garantizándoles al desarrollador y al emprendedor un adecuado acompañamiento en asesoría legal internacional, apoyo logístico, asesoría en mercadeo con visión nacional, continental y global, crédito a través de instrumentos fi nancieros apropiados y, por sobre todo, laboratorios.

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