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Hay mucho más por discutir que los dividendos

miércoles, 27 de febrero de 2013
La República Más
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La principal motivación para convertirse en accionista de una empresa son los eventuales réditos a cambio del dinero invertido.

Es una de esas ‘verdades de perogrullo’ cuya validez vale la pena discutir, porque una vez alguien se convierte en accionista y socio de una organización, se desaprovechan muchas posibilidades si tan solo se limita a discutir cuánto dinero terminará en su bolsillo.

El tema más álgido en las asambleas de socios y accionistas, tan cotidianas por estos días, ha sido la propuesta de dividendo. Pero los accionistas tienen la posibilidad de influir sobre el rumbo de la organización. No solo en cuanto al plan de inversiones que emprenderá, sino también sobre su estrategia frente a distintos grupos y situaciones. Digamos que, gracias a su inversión, un accionista puede ir personalizando la empresa de su elección, y plasmar su criterio en sus actuaciones de cara al público en temas de responsabilidad social y ambiental.

Un aspecto que también debe ser tenido en cuenta a la hora de elegir donde invertir: la naturaleza de la organización, los valores que encarna, su presencia en los medios y su visión de país. Resultará clave identificarse con ella para sentirse a gusto con su inversión, más allá del dividendo. Quizá para usted sea más importante apoyar la reforestación en lugar de las comunidades indígenas, o cree que por la explotación minera se debe retribuir a las comunidades de la zona; o, apoyar niños discapacitados en las ciudades. Usted tiene poder de decisión.

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