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Es hora de saldar la histórica deuda con el campo

lunes, 9 de septiembre de 2013
La República Más
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Ximena Ramírez

El país entero fue testigo de la “rebelión de las ruanas”. Los campesinos como nunca antes salieron a recordarle al Estado la histórica deuda que se tiene con el campo.

Y es que el eterno olvido de la población campesina en las políticas públicas nacionales ha impedido hacer una verdadera caracterización de la población rural que debería ir acompañada de la provisión de bienes públicos, seguridad, infraestructura, tecnificación, sistemas de riego y educación rural.

La ausencia de estadísticas en torno al campo colombiano es  un reflejo claro de la falta de reconocimiento y de interés que en los campesinos y en su condición ha tenido el Estado.

Lo cierto es que la cura que necesitan los pequeños y medianos productores, quienes labran diariamente la tierra, no da espera. La protesta campesina le recordó no solo al Gobierno sino a todos los colombianos que llegó la hora de saldar cuentas con quienes han palpado de frente las inclemencias del conflicto armado que ha cobrado la vida de miles de campesinos.

La respuesta de los ciudadanos no debe ser otra a la de una manifestación de solidaridad sincera. El campo colombiano y sus habitantes (de cada 100 colombianos, 15 son campesinos) tiene que dejar de ser  la cenicienta y convertirse en un tema prioritario en la agenda económica, política y social del país.

Una verdadera política agraria será la tarea de grandes proporciones del Estado y debe comenzar ya.

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