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Carlos Maya, presidente del gremio, habló con Agronegocios sobre la situación de este sector.
¿Cuáles son las prioridades en materia de inversión?
A través del Fondo Nacional de la Porcicultura ejecutamos una serie de programas en los cuales los que más recursos se llevan son la promoción al consumo de carne de cerdo y el mejoramiento del estatus sanitario, cuyo eje principal es la erradicación de la peste porcina y la declaración del país como libre sin vacunación.
¿Y en cuanto a productores?
El proceso de expansión le ha permitido a los productores tener mayor rentabilidad. Sin embargo, los costos de producción sí varían mucho entre grandes, medianos y pequeños, por lo que hemos promocionado la asociatividad para hacerlos más productivos y competitivos.
¿Cuántos afiliados tienen?
Cerca de 400 afiliados que representan más de 95% del recaudo de la cuota de fomento porcícola.
¿Priman los grandes productores?
Por la misma la necesidad de desarrollo nuestro sector ha venido tendiendo cierta concentración. Hoy 31 porcicultores hacen 50% del recaudo del fondo y apenas 9 suman 30% de ese valor. Son grupos que se vienen consolidando como uno solo para tener economías de escala.
¿Qué pasa con los demás?
Un 20% de los productores no están afiliados al gremio. Otro tanto desarrolla una actividad de traspatio, es decir, no paga cuota de fomento porque el animal se mata y se consume en la misma región. Aún así ellos se ven beneficiados de los programas de capacitaciones, vacunación y fomento al consumo que lleva a un incremento del precio y se mejore la demanda.
¿Cómo hacer que la gente renuncie a la informalidad?
Hemos trabajado con gobernaciones y autoridades locales para propiciar el desarrollo de plantas de beneficio. Para contrarrestar el sacrificio ilegal nos apoyamos en la Polfa, el ICA, el Invima y la Dian. Sabemos que hay animales que hacen parte de la economía campesina, no entran a la cadena comercial, son para autoconsumo.
¿Cuánto se produce?
El año pasado la producción nacional de carne de cerdo estuvo cercana a las 300.000 toneladas.
¿Cómo está el consumo?
Mientras en 2009 el consumo per cápita era de 4,2 kilos anuales para 2013 fue de 6,75 kilos, un incremento mayor a 60% en solo 4 años. Así mismo, la penetración en los hogares pasó de 38 a 53 de cada 100. Hemos logrado entrar en una senda de expansión de mercado de la que se benefician los consumidores porque promueven la oferta y la rotabilidad.
¿Habría un incremento?
Ver cómo ha crecido el mercado y cómo el consumidor responde a lo que se invierte en publicidad nos indica que para los próximos cinco años vamos a tener otro incremento en consumo cercano a 50% (más de 10 kilos).
¿Se importa?
Por la misma apertura comercial y la mala negociación del tratado con Estados Unidos, hoy en día las importaciones se han incrementado 75% hasta 27.000 toneladas (solo en EE.UU.), eso nos ha significado una competencia más fuerte y en ocasiones desleal porque están trayendo producto congelado, lo descongelan y lo venden como fresco.
