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En innovación hay que pasar a las acciones

miércoles, 27 de noviembre de 2013
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El rezago o la brecha en registro de patentes entre los países es grotesco y cualquier acción que se emprenda debe apurarse.

En días pasados Luis Alberto Moreno, el director del BID, prendió las alarmas sobre el rezago de nuestro país en diferentes indicadores relacionados con educación, innovación y competitividad. Estos polos de desarrollo, en el sector público, dependen en Colombia del Presidente de la República, del Superintendente de Industria y de cuatro mujeres: Ministra de Educación, Ministra de Transporte, Directora del Sena y Directora de Colciencias.

El profesor Moisés Wasserman ha manifestado que la inversión en ciencia y tecnología es muy baja como también la confianza de la industria colombiana en la investigación propia. Sostiene que las patentes no surgen de la nada y que no hay milagros en este campo. A su vez, el Superintendente de Industria expresó que el Presidente Santos resaltó que necesitamos doctores y patentes. Desde hace años insistimos en la urgencia de tomar en serio la innovación como motor de desarrollo, de crecimiento y de generación de empleo. Se necesitan doctores, es cierto; pero también laboratorios y crédito.

Todos coinciden en que innovación, infraestructura y desarrollo van de la mano pero no hay fórmulas para lograr resultados tangibles en innovación que impacten la agenda global en el corto-mediano plazo. Hay que mirar al campo para dinamizarlo, dignificarlo y convertirlo en eje de desarrollo. 

Hoy entregamos en un documento sobre la encrucijada de la innovación por falta de laboratorios y crédito. La propuesta es práctica y se resume en 9 puntos que recogen experiencias de otros países y que son un referente para quienes teorizan y diseñan políticas sobre innovación. Para ello se requiere: financiación al talento emprendedor-innovador en desarrollo de empresas “start up”. Generación de instrumentos y fondos de capital de riesgo con participación estable y consistente del sector público y privado a largo plazo. Creación de fondos de inversión en investigación e innovación mediante esquemas de inversión pública y privada.

Debe haber líneas blandas de financiación bancaria e incentivos tributarios como ofrecen Corea del Sur y Finlandia. Laboratorios con equipos de punta y recursos humanos creativos y capacitados. Estimular la demanda pública en el largo plazo, para garantizar la implementación de programas de adquisición pública del producto que desarrollan. Asegurar transferencia tecnológica y de “know-how” a firmas locales. Asesoría y acompañamiento legal con un adecuado entendimiento de las brechas del mercado y con la identificación de necesidades latentes en los consumidores, y finalmente se requiere que el recurso o capital humano no se circunscriba a ciertos perfiles de investigadores con doctorados, maestrías o especializaciones.

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