El censo y el catastro rural no dan espera

No cabe duda que la falta de instrumentos estadísticos que permitan una verdadera caracterización del sector agropecuario nacional ha acentuado esta problemática. En Colombia no se hace un  Censo Nacional Agropecuario desde la década de los 70, es decir hace más de cuarenta años, y tampoco cuenta con un catastro rural actualizado por lo que la informalidad en la zona rural se estima que es más de 45%.

Las consecuencias de esta falta de ejecución de los Gobiernos de turno que se han dedicado a concebir un sector agropecuario  protegido se ven reflejadas en el impedimento de un verdadero comercio de tierras e  inversiones sostenibles en el campo. 

No obstante este tema ha cobrado mayor relevancia luego de que se diera el primer acuerdo sustancial entre el Gobierno y las Farc sobre el tema agrario. Por tanto empieza a ser objeto de discusión en escenarios políticos, académicos y empresariales.

Lo cierto es que el Censo y la actualización del catastro rural no dan espera y deben pasar pronto a la ejecución pues éste será el punto de partida para la formulación  y evaluación de políticas públicas para el sector agropecuario que se deben traducir en competitividad.