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"Continuaremos nuestra contribución en el proceso de paz en Colombia hasta su feliz fin", dijo el mandatario quien además insistió en el bienestar de las naciones para mejorar la integración regional.
La histórica intervención de Castro, tras el inicio de la normalización de las relaciones con Estados Unidos, inició con algo de humor ante la expectativa por su discurso. "Ya era hora de que me dejaran hablar, me dieron 8 minutos pero como me deben 6 cumbres serían 48, entonces voy a hablar un poquitico más", dijo entre risas el líder cubano.
Posteriormente de manera emotiva agradeció a los países latinoamericanos por su apoyo en la nueva era de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, por lo que pidió a los mandatarios seguir apoyando al presidente Barack Obama en su intención de eliminar el bloqueo a Cuba.
“Según mi opinión, Barack Obama es un hombre honesto por su origen humilde, le pido disculpas porque él no tiene nada que ver. Es un hombre honesto. Admiro su origen humilde”, admitió Castro. El optimismo frente a la recuperación de las relaciones fue mayor tras una reciente declaración del gobierno estadounidense sobre la posibilidad de eliminar a Cuba de la lista de países que apoya el terrorismo. En ese sentido el mandatario cubano reiteró a Obama la disposición de su país al "diálogo respetuoso y a la convivencia civilizada dentro de nuestras profundas diferencias".
Castro también puso sobre la mesa la situación de Venezuela, especialmente tras la decisión de Estados Unidos de imponer medidas al considerar al vecino país como una amenaza. “Debo reafirmar todo nuestro apoyo a la hermana República Bolivariana de Venezuela, no puede ser una amenaza ante un superpotencia como Estados Unidos (…) Entendemos a Venezuela porque están pasando por el mismo camino que pasamos nosotros”, fueron las palabras de Castro al reclamar que la orden ejecutiva de Obama contra Venezuela sea derogada. De igual manera la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, señaló que estas medidas eran hasta ridículas si se comparaba el dinero que invierte en defensa el país estadounidense y el venezolano, por lo que pidió que en los diálogos bilaterales se hablara con sinceridad.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió el sábado a su par estadounidense, Barack Obama, una reunión que permita limar asperezas entre ambas naciones, cuyo enfrentamiento puso una nota sombría a la primera Cumbre de las Américas que reunió a todos los países del continente tras la inclusión de Cuba.
El líder sudamericano volvió a exigir a Obama que derogue un decreto que declara a su país como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, en un duro discurso en la plenaria de la cita interamericana que se celebra en Panamá. "Estoy dispuesto a hablar con el presidente Obama sobre este tema con respeto cuando él quiera. Le he enviado mensajes a Obama y nunca ha respondido", dijo Maduro.
También le reclamó al líder norteamericano que no le haya dado el plácet a su enviado diplomático en Washington, quien dijo lleva esperando 13 meses su acreditación para encauzar las relaciones diplomáticas, en suspenso desde que en 2008 ambos países expulsaron a sus embajadores mutuamente. El dignatario venezolano aseguró que entregará por la vía diplomática a Estados Unidos un documento con más de 11 millones de firmas que respaldan su reclamo de que el decreto sea anulado y exhortó a la Casa Blanca a que deje de interferir en sus asuntos internos.