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Commodities no podemos seguir atados a ellos

sábado, 1 de febrero de 2014
La República Más
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Marta Lucía Ramírez

Si bien el precio de los commodities se ha venido reduciendo desde finales de 2012 debido, en buena medida, a la desaceleración de China, el futuro de los mismos sigue dependiendo de tres factores que ha mencionado la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif): la dinámica de crecimiento de los países asiáticos, la dimensión de la recuperación de Estados Unidos y el ritmo al que avance el desarrollo de fuentes de energía renovables.

Es también determinante la velocidad de recuperación de la economía europea, que aún es lenta.

Si analizamos la dinámica de algunos commodities, vemos que en el caso del petróleo, uno de los principales productos de exportación de América Latina, es probable que su precio se siga viendo afectado por la disminución de la demanda de Estados Unidos a causa del shale gas y la posible independencia energética que puede conseguir este país en algunos años.

El cobre, de gran importancia para Chile, ha sufrido el impacto de la reducción de la demanda por parte de China, y aunque hay expectativas de que la demanda mundial aumente, la oferta también parece tener una tendencia a incrementarse, lo que hará presión sobre el precio del metal hacia la baja.

El oro en lo corrido del año ha seguido perdiendo valor y se espera que continúe esta tendencia, ya que cada vez los incentivos a adquirirlo como una medida de refugio son menores ante la reducción del riesgo en los mercados y los bajos niveles de inflación en el mundo.

Y aunque la disminución de la demanda de materias primas puede seguir manteniendo a la baja el precio de algunos productos agropecuarios tales como la soya, algunos bienes como el café, el azúcar, el trigo y el maíz tienen expectativas al alza de acuerdo con lo que muestran los contratos de futuros. Esto último beneficiaría a países exportadores como Colombia.

La producción de los principales commodities en Colombia, que corresponden al petróleo, el carbón y el café, en su conjunto representaron 7,6% del PIB hasta el tercer trimestre de 2013. Adicionalmente, la población ocupada en la explotación de minas y canteras al finalizar el año correspondía a 178.000 empleados y en la producción de café participan 563.000 familias. De esta manera, una reducción en el precio de dichas materias primas afectaría los ingresos del país, la generación de empleo y las regalías que provienen principalmente del carbón y los hidrocarburos.

Sumado a esto, la alta dependencia de Colombia a la venta externa de commodities y la expectativa de que los precios de los mismos continúen a la baja en los próximos meses, pueden llevar a la consolidación de un déficit comercial, en especial con Estados Unidos, país con el que se ha venido disminuyendo la ventaja en la balanza a pesar de la entrada en vigencia del TLC.

En conclusión, el no muy favorable comportamiento de los commodities debe llamar la atención, una vez más, sobre la necesidad de fortalecer el aparato productivo y la infraestructura del país, con el fin de producir bienes con mayor valor agregado y diversificar las exportaciones pues el riesgo de depender de los commodities nos puede llevar en el corto plazo a un déficit estructural de la balanza comercial del país.

América Latina es dependiente de las materias primas
América Latina es altamente dependiente de las exportaciones de materias primas. Para Argentina representan 66% de sus ventas externas; para Brasil, 64%; Colombia, 77%; Chile, 89%; Ecuador, 90%; Perú, 86%; Venezuela, 98% y México, 24%. Por lo tanto, si continúa una marcada tendencia a la reducción de los precio de los commodities, esto va a tener un impacto negativo sobre las economías.

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