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Después de 27 años de experiencia, Achiras del Huila quiere lograr que su producto se salga de los parámetros de la nostalgia y se consolide en mercados como México, Perú, España, Estados Unidos, Australia y Canadá, como un alimento de identidad, un producto fino de panadería y originario de Colombia.
Para 2014 la compañía espera expandir sus fronteras en la Unión Europea, especialmente en Francia, Alemania e Italia.
“Queremos que las achiras sean reconocidas como un producto para compartir, que sea un souvenir representativo que usted desea regalar, bien presentado, como el café”, aseguró Ramíro Ramírez, gerente de la compañía. En promedio, Achiras del Huila exporta entre 15% y 20% de la producción cada año, casi a la misma tasa que crecen sus ingresos. En 2013 espera que la variación alcance 25%, y a octubre el informe es muy alentador pues las ventas ya superan las del año pasado.
La empresa del Huila dio sus primeros pasos en 1986 para comercializar el producto en la región, y con solo cuatro años de funcionamiento traspasó sus fronteras y llegó a Cali e Ibagué. En 1990 Ramírez se vinculó como distribuidor y en 2007 adquirió la totalidad de la compañía “en un proceso que llevó varios años y en el que se fue estrechando la distancia entre la producción y la comercialización”.
Con miras a un mejor aprovechamiento de los Tratados de Libre Comercio y 38 empleados y una producción de 500 kilos diarios, Achiras del Huila está hoy en un proceso de reformulación sobre cómo abordar mejor el mercado internacional.
Como muchos de los productos étnicos, explicó Ramírez, las achiras gozan de prestigio en el exterior por colombianos que viven fuera del país, lo que además ha suscitado un tipo de mercadeo poco eficiente. Una de las razones es porque “mucha gente llega al país de viaje sale con maletas llenas del producto para distribuir en el exterior, pero además porque en algunos casos se hacen pequeñas exportaciones y no se logra consolidar la mercancía en un contenedor”, dijo.
Este último proceso encarece la logística pues en vez de hacer un solo proceso de exportación y, del otro lado, sola nacionalización, se hacen varios, lo que implica un 10% más del costo del producto en procesos de aduana, sin contar con los tiempos que demora todo el proceso de exportación. “Teniendo un distribuidor se hace más eficiente la logística en precio y tiempos de entrega”, recalcó. Es por eso que se está reformulando la cadena, lo que beneficia a los compradores finales . La apuesta en el mercado internacional, es diferenciarse de los demás alimentos y sobre todo conquistar a los demás consumidores, no solo de productos étnicos.
La ventaja de las achiras, concluyó Ramírez, es que se le apuesta a ser “un producto 100% natural, sin preservativos ni gluten”, que dura un año sin dañarse y que próximamente podría innovar con un ‘toque’ de panela.
Innovación en empaque y etiquetado
En la macrorrueda de negocios en Chicago de Proexport, con empresarios de Canadá y Estados Unidos, Achiras del Huila fue un éxito; sin embargo, Ramírez reconoció que hay que trabajar más en el empaque y etiquetado, pues hay que ponerlo a tono con los acuerdos comerciales y los gustos de los usuarios. “Las normas en idioma son muy importantes para consolidarse en el mercado y tal vez habría que mirar si hay que mejorar el empaque para hacerlo más atractivo”. Señaló, además, que seducirá con su nueva página web a mediados de diciembre para tener “seguidores y no solo consumidores”.
La opinión
Álvaro Concha
Presidente de proexport canadá
“En Canadá, por ejemplo, no se exigen tanto grandes cantidades, sino calidades. Por su puesto en el empaque es fundamental la traducción al inglés e, incluso, al francés”.