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Analistas 01/11/2017

Dinámica de la demanda de energía en 2017 y perspectivas

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

La demanda de energía eléctrica registró un crecimiento de 1,6% anual al corte de septiembre de 2017, mostrando un mejor desempeño frente a contracciones del -2,8% observadas en 2016. Este comportamiento es consistente con el dinamismo moderado de la actividad económica que Anif proyecta para el tercer trimestre del año con expansiones en el PIB-real de 2,7% anual (vs. 1,1% en el mismo período de un año atrás), según nuestra batería de indicadores líderes (ver ALI No. 129 de septiembre de 2017). Sin embargo, en el año corrido, las cifras son menos optimistas pues la demanda de energía creció solo 0,8% al corte de septiembre de 2017 (vs. 0,5% en 2016), ver gráfico adjunto.

Al interior del mercado de energía eléctrica, la mayor demanda reciente tanto del segmento regulado como la del no regulado favorecieron el comportamiento del sector. En efecto, las expansiones recientes en ambos segmentos “borraron” parcialmente el mal inicio de este año. Por un lado, la demanda del segmento regulado (hogares y pequeños negocios, 69% de la demanda total) pasó de contracciones de -1,9% anual en septiembre de 2016 a expansiones de 2,2% en el mismo mes de 2017. De esta forma, el crecimiento del sector regulado, en el año corrido, se mantuvo en 1,3% al corte de septiembre de 2017 (vs. 1,5% en 2016). Esto va en línea con la recuperación que se espera del consumo de los hogares (medido por cuentas nacionales) en el tercer trimestre de 2017, donde Anif proyecta un crecimiento del 2,5% real, luego de un primer semestre con expansiones de apenas 1,5% real.

Por otro lado, la demanda del segmento no regulado (31% del total) creció al +0,6% anual en septiembre de 2017 (vs. -4,7% en 2016). Aquí, a pesar de mostrar tasas de crecimiento positivas en los meses recientes, el segmento registró una caída de -0,4% anual en lo corrido del año con corte a septiembre (vs. -1,6% en 2016), dando señales de lentísima recuperación. Ello se explica principalmente por la contracción de -1% en la demanda de energía industrial (que pesa 44% dentro del segmento no regulado) en lo corrido del año a septiembre de 2017 (vs. -1,5% en 2016).

La demanda de energía industrial (al ser un lead de la producción industrial) continúa “campaneando” una debilidad industrial futura. De hecho, ello luce consistente con los resultados recientes de la producción industrial, cuyo crecimiento siguió en terreno negativo en lo corrido del año (incluso descontando el efecto Reficar). En efecto, en lo corrido del año a agosto de 2017, la industria se contrajo al -0,8% (vs. +4,7% en 2016) y al -2% sin el sector de refinación de petróleo (vs. +1,4% en 2016), según la Muestra Mensual Manufacturera del Dane. Incluso, para el año 2017 como un todo, se proyecta que el PIB industrial arroje un crecimiento nulo por cuenta de sus graves problemas estructurales (ver ALI No.130 de octubre de 2017), entre los que se destaca el elevado “Costo Colombia”.

En contraste, la lenta recuperación reciente de la demanda de energía del segmento no regulado se vio favorecida por los resultados de los siguientes sectores: i) explotación de minas y canteras (23% del segmento no regulado), cuya demanda registró un crecimiento de 1,6% en lo corrido del año a septiembre de 2017 (vs. 0,6% en 2016), pese a que en el sector sigue primando la debilidad luego del fin del auge minero-energético; y ii) servicios sociales (8% del segmento no regulado), con una demanda creciendo al 0,9% en el mismo período (vs. -6,1% en 2016), en línea con el buen comportamiento de este sector en las cuentas nacionales (creciendo 2,9% real en el primer semestre de 2017).

En síntesis, pese a los buenos resultados de los últimos meses, la recuperación de la demanda de energía va a paso lento. En lo corrido del año a septiembre de 2017, la demanda total crecía apenas 0,8%, pero la del segmento no regulado aún se contraía 0,4%. En este último caso, es preocupante la contracción de la demanda de energía industrial (que cae al -1% en lo corrido del año a septiembre) pues implica el mantenimiento de un aparato industrial nacional débil. Con este panorama, si se mantiene la tendencia positiva en los meses finales de 2017, la demanda de energía eléctrica lograría crecer cerca del 2% al cierre de 2017 (escenario “bajo” de la UPME), lo que iría en línea con las proyecciones del PIB industrial, que hace Anif, que evidencian que pese a las contracciones recientes el sector cerraría con una expansión nula en este mismo año. Para 2018, la UPME proyecta una recuperación hacia crecimientos de la demanda de energía cercanos a 2,7% anual, una vez más en línea con un leve mejor comportamiento del PIB industrial que se expandiría, de acuerdo a las proyecciones de Anif, al 1,2% real anual en 2018.

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