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Analistas 04/05/2024

¿Y dónde estaba Laura Sarabia?

Santiago Angel

El periodismo es independiente. Laura Sarabia es, según dice todo el mundo dentro y fuera del Gobierno, en los medios, en las reuniones sociales, en los off the récord, y en la política, la mujer más poderosa del Gobierno. Lo ha sido desde el inicio de la administración cuando fue nombrada jefe de gabinete del presidente con tan solo 28 años. Cabe entonces la pregunta determinante de: ¿la mujer más poderosa del Gobierno sabe solo lo que le conviene saber?

El escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo es enorme. Es el más grande hecho de corrupción en la administración de Gustavo Petro y es indefendible porque el propio presidente aceptó que la razón por la cuál retiró a Olmedo López de su dirección fue la andanada de denuncias de corrupción en la compra de los carrotanques para La Guajira.

¿Es entonces Sarabia la mujer más poderosa del Gobierno o no lo es? Porque lo que parece difícil es que la persona que conoce todos los hilos del poder, que da línea en el Gobierno, que organiza el gabinete, lidera los cónclaves y sugiere renuncias, la mujer que le habla al oído al presidente y que decide la estrategia del abogado del mandatario para las investigaciones de la campaña, no se haya enterado jamás de semejante escándalo de corrupción con los sobre costos notorios en un contrato de más de $46.000 millones que presuntamente tenían el fin de financiar las reformas del Gobierno en el Congreso. Corrupción de la de siempre.

Está claro que Sarabia ha estado detrás de la conversación con los partidos y los congresistas. Por ejemplo, la jefe del Dapre intentó promover a un presidente del Partido Conservador cuando se quiso tumbar a Efraín Cepeda de ese cargo sin éxito. Ella misma chateó con congresistas. Sarabia es quien llama a senadores y representantes a reuniones en Palacio, como ocurrió con el acuerdo con los liberales para la reducción de los 3 salarios mínimos obligatorios a Colpensiones, a los 2,3 salarios, acuerdo que después el presidente echó a la basura en una alocución en televisión nacional.

Cada uno de los movimientos del Gobierno los conoce en detalle, de todas las entidades, de todos los temas. Una de las cualidades de la joven jefe del Dapre es que es una máquina para trabajar. Su actividad es 24/7 y organiza incluso la logística de la familia presidencial. ¿Cómo es posible que no supiera lo que estaba ocurriendo en la Ungrd, de acuerdo con las gravísimas denuncias de Sneyder Pinilla? Su carrera en la política está precedida por haber trabajado con Armando Benedetti durante casi seis años. Difícil no tener un olfato agudo para la corrupción.

Laura Sarabia me contestó que ella fue nombrada en el Dapre el 23 de febrero de este año. Es cierto, el problema es que el escándalo de la Ungrd ha sido permanente y en un tema en el que ella ha estado al frente que es La Guajira. Pero, además, todo el mundo sabe que su salida temporal del Gobierno no la sacó de los hilos del mismo.

Esta, por supuesto, no es una acusación. Sarabia ha tenido que enfrentarse al machismo y a la persecución interna y externa. Pero sí es una pregunta sumamente importante para saber si el oráculo del Gobierno nacional nunca se enteró del mayor escándalo de corrupción de esta administración, que incluso toca hasta ahora a una de sus compañeras en Presidencia. Y también habría que preguntar si está al tanto de lo que ha venido ocurriendo con personas cercanas a ella misma en varias entidades del Gobierno.

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