MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El candidato Iván Cepeda tiene más de 30 puntos en las encuestas. Es natural que un candidato que con la fotografía de hoy podría ganar las elecciones sea invitado a exponer sus ideas en los gremios, en igualdad de condiciones y con garantías.
Los que consideran que fue un error de María Claudia Lacouture invitar a Cepeda a una conversación con empresarios se equivocan. El propio expresidente Uribe se sentó con el presidente Gustavo Petro a tomar un café y José Félix Lauforie hizo parte hasta hace unos meses de la suspendida Mesa de negociaciones con el ELN, terroristas armados que amenazan la seguridad del Estado. Luego, conversar sí se puede.
Escuchar a Cepeda ahora, que representa el continuismo del Gobierno, es clave para entender justamente en qué cosas se distancia de Petro y cuáles quisiera llegar a radicalizar. Para los empresarios es muy importante poder entender si Cepeda en el poder sería un hombre con un discurso de beligerancia contra el sector privado o si mantendría canales más institucionales y de respeto al modelo del capitalismo con una fuerte inversión del Estado.
Pero el candidato de la izquierda sí va a tener que responder en esta contienda unas preguntas muy puntuales sobre sus posiciones ideológicas que no pueden ser de grises, sino de blanco o negro.
Aquí algunas de ellas:
¿Nicolás Maduro es un dictador?
¿Nicolás Maduro se robó las elecciones de 2024?
¿El régimen de Venezuela ha violado sistemáticamente los Derechos Humanos?
¿El régimen de Venezuela ha censurado a la prensa y llevado al exilio a opositores y periodistas?
¿Maduro ha encarcelado y perseguido políticos sin debido proceso y sin derecho a la justicia?
La respuesta a esas preguntas no significa apoyar una invasión o un ataque militar de Estados Unidos. Se puede rechazar la ilegitimidad de Maduro y al mismo tiempo pensar que las consecuencias de un ataque militar de Trump en Venezuela serían graves para la vida de civiles inocentes. Que puede haber otras salidas más inteligentes y menos riesgosas para la estabilidad y la paz de la región.
Cepeda es un congresista cuyo eslabón ha sido la controversia jurídica con sus enemigos políticos. Pero para ser un buen gobernante se requiere mucho más. En la defensa de dictadores no se puede tener tolerancia. El candidato sí debe responder, además, a qué se debía su cercanía a Jesús Santrich y a Iván Márquez. Y le cabe otra pregunta: ¿garantizará la propiedad privada, la libertad de prensa y la libertad de expresión?
Hoy todavía es muy difícil predecir quién podrá ganar la Presidencia. Pero, como lo dije desde hace varios meses de columnas, subestimar al presidente y al Gobierno era un error. Ahí está más del 30 % del electorado que parece asegurado para la primera vuelta. Todo puede pasar y Cepeda despierta miedos en el centro y en la centro derecha que no parece lograr capotear.
En mi criterio, bien que se siente con los empresarios y que explique sus ideas y convicciones. Pero que también diga con claridad si Maduro es un ladrón de elecciones y un violador de Derechos Humanos, políticos y de la democracia perse.
Pero además de jardineros, los osos de anteojos también son arquitectos, pues construyen nuevos caminos para abrir bosques muy tupidos, dejar que entre más luz y, de esta manera, permitir el crecimiento de nuevas plantas
Doctrina Monroe: La intervención de EUA en América Latina ha sido ocasionada por “la discapacidad de los gobiernos locales de resolver asuntos internos desde el punto de vista de EUA”
No será posible tener buen gobierno, si no hay buen Congreso. La reconstrucción del país con quien sea el nuevo presidente, dependerá en gran medida de un parlamento serio, técnico, responsable y ético