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Analistas 29/08/2019

Gracias Guajira

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

No hay departamento más rico en Colombia en diversidad de colores, sabores, sonidos, razas y culturas que la Guajira. Un departamento que tiene la vegetación, los ríos y los paisajes de montaña y del Mar Caribe, con todos los climas, productos y etnias de la Sierra Nevada, pero además tiene valle fértil y desierto maravilloso; tiene indígenas, negritudes y descendientes europeos y árabes; tiene ritmos de música de guitarras, acordeones, tambores y flautas de millo.

Yo viví en esa linda tierra en los años 80 y recuerdo las tertulias que se pasaba de hablar del prócer riohachero Almirante José Prudencio Padilla, a las paz firmada entre liberales y conservadores por el General Rafael Uribe Uribe en Uribia, para luego hacer referencias de la otrora industria promisoria del cultivo del dividivi, y siempre, en las conversaciones, había un espacio para hablar de lo actual, de amores, de desamores y de política.

En ese entonces la nueva conversación y felicidad para todos era sobre las expectativas cumplidas de los comerciantes, personajes de la política, padres de familia y de los mismos jóvenes por la llegada de las compañías asociadas al proyecto del Cerrejón, que habían traído posibilidades de empleo digno y con salarios excelentes. El comercio, el transporte, los hoteles y los restaurantes, el arriendo de casas, oficinas y vehículos, las empresas de ingeniería y hasta el turismo empezaba a florecer gracias a la industria minera y petrolera.

Para ese entonces las tenebrosas historias de los marimberos* que habían enlodado la imagen de los guajiros y gracias al Cerrejón se estaba quedando en el pasado, se reactivaron la movilidad, la tranquilidad, las fiestas populares, el optimismo y paulatinamente el departamento tomó una relevancia inusitada nacional e internacionalmente. Era muy evidente una nueva gobernanza gracias a la presencia institucional, con inversiones en infraestructura, con controles de seguridad, con inversiones importantes de la industria petrolera en los pozos de gas, en los nuevos proyectos de generación eléctrica y obviamente en el proyecto minero.

El Cerrejón definitivamente le cambio positivamente la historia a una de las regiones más olvidadas del país, aprendimos a conocer y querer su gente, su música, su comida y su belleza multicultural y pluriétnica, aprendimos de ellos a tomar lo mejor de los Wayú del desierto, de los Aruhacos y Koguis de la Sierra, de los árabes de Maicao, de los descendientes de holandeses, italianos, españoles, alemanes y afrodescendientes. Aún estamos aprendiendo de una región maravillosa que ha sido el sustento económico de todos los colombianos desde hace más de 30 años.

Recientemente he visto decenas de comuneros propietarios del subsuelo visitando y haciendo seguimiento a la mina, conozco guajiros, hombre y mujeres trabajando en la mina y educando sus hijos en uno de los mejores colegios del país, que hoy son profesionales , he visto inversiones de la empresa el Cerrejón para el mejoramiento de la calidad de vida, en programas de desarrollo de la cultura, del cuidado y obtención del agua, así mismo he leído sobre miles de millones en cumplimiento de las obligaciones ambientales convirtiéndose ejemplo en cumplimiento de las mano de las ONGs más exigentes importantes del mundo como es Conservación Internacional CI, International Alert, entre otras importantes instituciones que hoy están siendo atacados jurídicamente por políticos en campaña disfrazados de ONG.

Todos debemos rodear a la Guajira y a todas las personas, comunidades, instituciones y empresas que son y han sido parte de este proyecto, que han aportado en la sostenibilidad de esta región y este país y así mismo nunca olvidar a quienes se robaron las regalías, impuestos y recursos públicos y a los políticos quienes hoy con medias verdades y mucho odio quieren hacernos la extensión del régimen más tenebroso del continente.

*Asociados al negocio ilícito de la marihuana

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