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El pasado jueves, en numerosos hogares se celebró la cena de gratitud, la oportunidad para expresar un sentimiento profundamente arraigado en el ser humano. La gratitud ha sido tema de reflexión en diversas creencias religiosas, desde el judaísmo con el Salmo 100:4 (Tanaj), pasando por el cristianismo en Tesalonicenses 5:18 y Filipenses 4:6, hasta el islamismo con el Corán 14:7. Asimismo, en el Budismo, la gratitud se expresa en oraciones, saludos y gestos cotidianos de agradecimiento al recibir o compartir.
Es tan poderosa la gratitud que en todas las culturas hay manifestaciones, en el ámbito musical, obras emblemáticas como "Gracias a la Vida" de Violeta Parra han resonado como un himno de agradecimiento por todas las experiencias que la vida ofrece, a pesar de las adversidades. Esta canción ha transmitido un mensaje de agradecimiento por la existencia misma, abarcando desde las alegrías hasta los desafíos de la vida. La Novena Sinfonía de Beethoven que expresa un mensaje de alegría, gratitud por la vida y la superación hasta “Gracias por la música” de – ABBA, “Thankful” de Kelly Clarkson, “Grateful” de John Legend y cantada por Jennifer Hudson o “Merci beaucoup” de Gilbert Bécaud.
En el ámbito literario está Pablo Neruda con los poema “Oda a las gracias” y “A mi padre”. En cine el cortometraje titulado "Gratitude Revealed” de Louie Schawartzberg donde plantea la gratitud como forma de vida y camino para conectar el alma, también Brene Brown resalta la importancia de la gratitud y la conexión con el bienestar emocional; pero la obra más conocida es la leyenda mitológica del rey Midas donde se ejemplifica el poder de la gratitud y la importancia de apreciar lo que se tiene en lugar de enfocarse en las carencias. Midas aprendió la lección de la gratitud por las cosas simples de la vida y cómo el deseo desmedido puede llevar a consecuencias no deseadas.
En el campo de la psicología los doctores Robert Emmons, psicólogo de la universidad de California, Angela Duckworth de la universidad de Pennsylvania, Tal Ben-Shahar, exprofesor de psicología positiva de la universidad de Harvard y Michael E. McCullough de la Universidad de Miami han liderado investigaciones sobre la gratitud que revelan los beneficios para la salud mental evidenciando también cómo la práctica regular del agradecimiento puede mejorar el bienestar emocional, reducir el estrés y promover la resiliencia. La terapia basada en la gratitud evidencia incremento de actividad en las áreas cerebrales de la corteza cingular anterior y la corteza prefrontal medial, ambas asociadas con la cognición tanto social como moral, la empatía y el valor del juicio. Últimamente ha ganado popularidad como enfoque terapéutico para ayudar a las personas a cultivar una mentalidad positiva, superar la depresión, la ansiedad y mejorar su bienestar emocional.
En un mundo donde la insatisfacción, la ansiedad y la depresión son cada vez más comunes, surge la invitación a encontrar motivaciones en pensamientos positivos, planes futuros y actividades que aporten alegría al alma. También se nos invita a acciones de solidaridad y ayuda a personas necesitadas y a entornos deprimidos que requieren atención, cariño y conocimiento. Si cada día la humanidad hace conciencia sobre el valor de la vida, lo que se tiene y lo trascendentes que somos para nuestros seres queridos, seguramente el escenario será de esperanza, optimismo y autoestima.
Agradezcamos con palabras y acciones: la vida, la familia, el amor, la salud, los amigos, el trabajo y los sueños.
