Giving Back: cultura organizacional trasciende el negocio

Giving Back (devolver) no es una moda ni una actividad filantrópica aislada, sino que trata de una estrategia cultural y de gestión que integra el compromiso social dentro del ADN de la empresa. Implica devolver -a las comunidades, al entorno, al planeta o incluso al propio equipo- parte del valor que la organización genera. Esta semana quise analizar el tema aprovechando el episodio 3 del podcast “Talento más Humano” que pueden escuchar en Spotify.

Así que, inicialmente, algunos datos curiosos sobre el tema. De acuerdo con Deloitte Global Human Capital Trends, 74% de los empleados en empresas con programas sólidos de Giving Back reportan sentirse más comprometidos y orgullosos de su lugar de trabajo. Por su parte, Cone Communications, Millennial CSR Study, señala que las compañías que integran prácticas de impacto social en su cultura tienen un 60% más de probabilidades de retener talento joven. Según PwC Workforce of the Future Report, 88% de los colaboradores cree que las empresas deberían asumir un rol activo en la solución de problemas sociales y ambientales. El impacto de una estrategia Giving Back genera es tanto interno como externo. Internamente, para la empresa, se ha descubierto que fortalece el sentido de propósito, la conexión emocional con la empresa y el orgullo de pertenencia.

La razón por la que esta estrategia cultural es tan efectiva es porque, primero, activa el propósito en el día a día. Es decir, las personas ya no solo preguntan qué hacen, sino para qué lo hacen. Iniciativas de impacto social o ambiental permiten a los equipos ver el valor más allá del negocio. En la práctica cuando hay muchos conflictos en la empresa, en la mayoría de los casos es porque hay falta de propósito, las personas no saben por qué razón hacen lo que hacen. Segundo, humaniza la empresa, especialmente en contextos de automatización y digitalización, el Giving Back refuerza la dimensión humana de la organización, tanto hacia adentro como hacia afuera. Recuerda a las personas que no son robots, sino que lo que se haga en la empresa impacta de forma positiva a otros seres humanos.

Tercero, fomenta valores compartidos y cohesión. Es decir, participar juntos en causas significativas promueve la empatía, la colaboración interárea y la integración generacional. Finalmente, refuerza la marca empleadora. El talento busca empresas que representen algo más que un salario. Giving Back se convierte en un diferenciador poderoso para atraer y fidelizar personas.

Si quieres empezar o fortalecer la cultura organización esta estrategia es una muy buena opción. Para lo cual se debe: vincular la estrategia de Giving Back con los valores de la empresa. No basta con donar recursos. La coherencia entre lo que la organización dice y lo que hace es clave. También, escuchar a los colaboradores, por lo que se debe involucrar al equipo en la definición de causas, formatos y alianzas genera mayor apropiación y autenticidad.

Así mismo, como todo en la vida si no se mide no existe, por lo que medir el impacto humano es importante, no solo el externo. Es decir, evaluar cómo estas iniciativas fortalecen el clima, el liderazgo y la motivación. Finalmente, es importante integrar el Giving Back en la experiencia del colaborador. Voluntariados corporativos, días de servicio, mentorías sociales o proyectos de impacto compartido son formas de hacerlo tangible y recurrente.

En tiempos en que las personas buscan más que un empleo, el Giving Back deja de ser una acción aislada y se convierte en un gesto cultural profundo: una forma de decir “aquí no solo trabajas, aquí también dejas huella”.