Diversidad cultural: hablar el mismo lenguaje

Cada año el número de empresas que comienzan a tener colaboradores de diferentes países crece y crece. Con algunas de ellas me ha tocado realizar intervenciones sobre todo para lograr conectar las culturas y así lograr un buen clima laboral. Es evidente que los equipos multiculturales ya no son una excepción, sino una realidad cotidiana, especialmente en sectores como tecnología, salud, servicios globales y multinacionales.

Pero la diversidad, aunque enriquecedora, también puede generar desafíos. Diferencias en el lenguaje, expresiones, formas de dar retroalimentación o incluso en los horarios de comida pueden provocar malentendidos, tensiones y afectar el clima laboral si no se gestionan con estrategias claras.

Esta es la razón por la cual es importante tener estrategias de integración cultural. Un buen clima laboral no solo se construye con beneficios y líderes empáticos, sino también con políticas intencionales que reconozcan y abracen la diversidad. Ignorar las diferencias culturales puede llevar a: fricciones innecesarias por malos entendidos; desmotivación de talentos extranjeros que no se sienten incluidos; y pérdida de productividad por problemas de comunicación.

Por el contrario, cuando la diversidad se gestiona bien, la empresa gana en innovación, creatividad y cohesión. ¿Qué pueden hacer las empresas? Aquí algunas estrategias concretas para mejorar el clima laboral en equipos multiculturales. Primero, crear un “Diccionario Interno de Términos”. Recuerdo una experiencia de consultoría en una empresa con presencia en varios países de Latinoamérica. El principal desafío no era la estrategia ni los procesos, sino algo mucho más cotidiano y, a la vez, complejo: el lenguaje.

Palabras que para los colombianos eran totalmente inocentes, en Perú o Chile tenían un significado completamente distinto. Esta diferencia generaba malentendidos, tensiones e incluso sentimientos de maltrato o falta de respeto… sin que nadie lo notara de inmediato.

Lo más preocupante era que muchas personas no se atrevían a decir que no habían entendido algo, o que se habían sentido incómodas con ciertos comentarios. Suponían que la otra persona tenía una mala intención, cuando en realidad se trataba simplemente de un uso cultural diferente del lenguaje. Crear un diccionario interno que explique expresiones típicas, acrónimos internos y frases frecuentes ayuda a reducir la confusión. Este diccionario puede ser colaborativo, en línea, y actualizado por los mismos colaboradores. Ahora, algo que sirve mucho es ofrecer clases en español neutro

Segundo, capacitación en inteligencia cultural. No basta con hablar el mismo idioma. La inteligencia cultural es la habilidad de relacionarse y trabajar de forma efectiva en contextos diversos. Incluir este tipo de entrenamiento en el onboarding o en programas de liderazgo es fundamental para construir equipos empáticos y efectivos.

Tercero, celebrar y visibilizar las culturas. Fechas, comidas típicas, historias y tradiciones de cada país o región pueden integrarse a las dinámicas de equipo. Esto no solo genera inclusión, sino que fortalece el orgullo y la conexión emocional con la organización.

La diversidad cultural no debe ser un obstáculo, sino una oportunidad para crecer. Pero como toda oportunidad, requiere preparación. Las empresas que desarrollan estrategias para integrar culturas no solo mejoran su clima laboral: se vuelven más humanas, más creativas y más resilientes ante el cambio.