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Analistas 27/05/2013

Perdura una irresponsable narrativa sobre la austeridad

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El Financial Times publicó un artículo interesante el 16 de mayo sobre los problemas con la contabilidad del producto nacional bruto - PNB- de Irlanda (no el producto interno bruto, PIB). Esencialmente, se está inflando el ingreso medido de compañías extranjeras que no tienen actividad real en Irlanda y que, aun así, encuentran formas de materializar ganancias en una jurisdicción con bajos impuestos.

Más o menos sabíamos que esto estaba pasando - que, por ejemplo, mucho del aparente auge en productividad era un simple cambio a compañías farmacéuticas que agregan poco a la economía irlandesa. Pero un nuevo informe del Instituto de Investigación Económica y Social (ESRI, por sus siglas en inglés) sugiere que el problema es más grande lo que se pensaba.
 
Este párrafo del artículo del Financial Times me atrapó: “La investigación del ESRI provoca cuestionamientos sobre la fortaleza de la recuperación de Irlanda, que ha sorprendido a muchos observadores extranjeros a la luz de la severa crisis económica que experimentó el país en 2008”.
 
¿Quiénes son estos observadores extranjeros sorprendidos? Mi impresión es que Irlanda ha sido proclamada como historia exitosa una y otra vez sólo para deslizar furtivamente la narrativa de cara a la experiencia decepcionante. Y si analizamos el número de puestos de trabajo, que no están sujetos a estos temas de contabilidad, podemos ver cómo luce “la fortaleza de la recuperación de Irlanda” - observe la gráfica.
 
Los sadomonetaristas de Basilea
 
A principios de este mes, The Wall Street Journal subrayó un discurso pronunciado por Jaime Caruana, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BSI, por sus siglas en inglés), advirtiendo sobre los peligros del dinero fácil y la necesidad de elevar las tasas ahora para evitar … una cosa u otra.
 
Y su punto de vista es importante, según el Journal: “El Sr. Caruana no es ningún vigilante disgustado que haya perdido por votación en algún consejo fijador de políticas y que esté intentando desesperadamente dejar las cosas claras luego de haber sido derrotado”, escribió en Internet Geoffrey T. Smith. “En cambio, es el portavoz de un colegio global de banqueros centrales cuya gran mayoría se encuentra bajo intensa presión de sus gobiernos nacionales para mantener las cosas funcionando mientras intentan reparar la economía. Sus puntos de vista también importan por otro motivo: el BSI es una de las pocas instituciones financieras internacionales (la única, según algunos) que vio venir la crisis financiera y emitió claras advertencias con anticipación”.
 
Creo que en este punto podemos revisar el récord y ver qué tan clarividente fue el BIS. Lo que sí recuerdo, empero - cosa que el Journal aparentemente no - es que el BIS ha pasado años advirtiendo sobre los peligros de las tasas de interés bajas. Excepto que hace un par de años decía una historia completamente diferente sobre por qué necesitábamos elevar las tasas de interés; verá, el gran peligro era la inminente inflación. Según un artículo de Bloomberg del 27 de junio de 2011: “‘Están creciendo rápidamente presiones de inflación global conforme el precio de los productos primarios se dispara y la recuperación global se topa con restricciones de capacidad’, dijo el BIS, que funge como banco central de los bancos centrales del mundo. ‘Los riesgos de impacto positivo sobre la inflación piden políticas de tasas más altas’”.
 
De hecho, la inflación está por debajo de su meta en casi todos lados.
 
Por tanto, se podría pensar que el BIS daría un pasito atrás y reconsideraría sus recomendaciones de política y el marco que usa para derivar esas recomendaciones. Pero no.
 
Tasas de interés altas siempre son la solución; sólo cambia el problema que supuestamente deben resolver.

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