Luego de haber arruinado Irak, los asesores de Bush se suman al equipo de Rommey

Tengo que admitir que no he estado poniendo mucha atención a la política exterior de Mitt Romney; el lado nacional ya ofrece un ambiente rico en blancos de ataque. Pero me saltaron los ojos cuando Dan Senor apareció hablando a favor del Sr. Romney luego de las protestas en Libia y Egipto. ¿Dan Senor?

Quiero decir, el Sr. Senor es una de las personas clave del libro “Imperial Life in the Emerald City”, de Rajiv Chandrasekharan, que hace un recuento de la desastrosa ocupación de Irak a manos de Estados Unidos. Como jefe de la Coalición de Autoridad Provisional, el Sr. Senor ejemplificó el problema central de la ocupación: se escogieron autoridades por fidelidad política al Presidente George W. Bush, no por experiencia o competencia, y evidentemente estaban mucho más interesados en lograr que el Sr. Bush resultara reelecto que en dirigir al país que se suponía que debían estar arreglando.

En el caso del Sr. Senor esto significó que en lugar de intentar ganarse la mente y corazón de los iraquíes, estaba ocupado intentando poner una cara feliz en los eventos para la audiencia estadounidense, tergiversando tanto la realidad que rápidamente se volvió un chiste, “Dan Bagdad”, para cualquiera que de hecho estuviera prestando atención.

Con ese historial, el Sr. Senor debió haberse dedicado a vender seguros, a hacer muebles o lo que sea - algo, cualquier cosa que no fuera asesorar en política externa. No obstante, aquí lo tenemos, como parte del séquito del Sr. Romney. Y, en general, el Sr. Romney se ha rodeado de la misma tripulación que hizo una chapuza en Irak.

Recuerde que realmente fue alguien escogido por el Sr. Romney; está bajo mucha presión del Tea Party para que se muestre adecuadamente como de ala derecha en asuntos nacionales, pero de cualquier forma no creo que haya una parte importante de la base del Partido Republicano que le importe si escucha al equipo de política exterior de Dick Cheney.

De cierta forma, entiendo por qué estas personas siguen estando presentes; las investigaciones muestran que los verdaderamente incompetentes tienen alta autoestima, porque son demasiado incompetentes como para darse cuenta que son incompetentes. ¿Pero qué nos dice sobre el Sr. Romney el hecho de que esté dependiendo de esta tripulación?