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Analistas 18/01/2015

Deflación en Europa: la vimos venir

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La clave es no ver la cifra general, sino mantener la vista en lo subyacente.

La inflación subyacente (como el multiplicador keynesiano) es uno de esos conceptos tan ridiculizados (¡Vamos! ¡Están midiendo la inflación sin la inflación!) al que, de hecho, le ha ido extremadamente bien en los últimos años. En los años 2010-11, cuando el aumento en el precio del petróleo estaba haciendo crecer las cifras de inflación general, yo y muchos otros recibimos numerosos comentarios hostiles por afirmar que realmente no había un aumento en la inflación real.

Pero la inflación subyacente, que se mide sacando del índice de precios a los alimentos y la energía, efectivamente ha sido una guía más confiable que la inflación general, la cual fluctúa ampliamente.

Tal como lo demuestra el gráfico de esta página, esto ha sido así tanto en Europa como en Estados Unidos. Y la inflación subyacente básicamente no ha cambiado en el nuevo informe. Ha estado en una prolongada caída, y está muy por debajo de la meta del Banco Central Europeo (BCE) que en sí misma es muy baja.

La misma lógica que me hizo ignorar el aumento transitorio de la inflación cuando el petróleo estaba subiendo dice que hay que ignorar la caída cuando el petróleo está bajando. No diría que no hay que entrar en pánico; la gente debería estar entrando en pánico por Europa. Pero hay que mantenerse firme, ¿O.K.?

Un viaje por la calle del “eurorecuerdo”
Jean Claude Trichet, presidente del BCE, dijo en junio de 2010 en entrevista con La Repubblica: “En lo que respecta a la economía, la idea de que las medidas de austeridad podrían desencadenar estancamiento es incorrecta … De hecho, bajo estas circunstancias todo lo que ayude a incrementar la confianza de las familias, las firmas y los inversionistas en la sustentabilidad de las finanzas públicas es bueno para la consolidación del crecimiento y creación de empleos. Creo firmemente que bajo las circunstancias actuales, las políticas que inspiren confianza fomentarán y no obstaculizarán la recuperación económica, porque la confianza es el factor clave en estos días”.

Olli Rehn, ex vicepresidente de asuntos económicos y monetarios de la Comisión Europea, dijo en diciembre de 2012 en una columna del Financial Times: “Europa debe permanecer en el camino de la austeridad”.

Europa marchó hacia este desastre con los ojos bien cerrados.

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