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Analistas 03/11/2018

La caza del Octubre Rojo

Pascal Rohner
Director de Inversiones de In On Capital
Analista LR

El sentimiento de los inversionistas está seriamente dañado. Octubre fue el peor mes para la renta variable desde la gran crisis financiera. Los índices principales cayeron entre 7% y 9%, evaporando las pocas utilidades que ha producido este año. Correcciones y turbulencias en los mercados son bastante normales y típicamente saludables, pero esta corrección ha herido a muchos inversionistas por la falta de alertas y explicaciones razonables. Esto ha causado la caza de lo que causó un octubre rojo.

Realmente, es muy difícil encontrar una razón fundamental. Inicialmente, fuertes datos económicos en EE.UU. causaron temores de alzas de tasas. Sobre todo, los récords históricos del ISM no-manufacturero y del mercado laboral, sorprendieron a los inversionistas de renta fija. Por lo tanto, entre el 3 y el 5 de octubre, el rendimiento del tesoro americano a 10 años subió de 3,05% a 3,25%. Este aumento es ampliamente citado como el principal catalizador para la agitación del mercado de valores.

El problema es que un catalizador no es necesariamente una razón fundamental. La subida de tasas a largo plazo es una prueba de confianza en la economía estadounidense y debería apoyar a las acciones. No estamos hablando de un shock inflacionario. Al contrario, las expectativas de inflación implícita a cinco años cayeron de 2,07% a principios de octubre a 1,90% a finales de octubre. Además, las turbulencias bursátiles provocaron también un retroceso de los rendimientos del tesoro americano a 10 años.

De repente, temores de crecimiento económico reemplazaron temores de alzas de tasa, lo que parece ser bastante irónico dado el hecho de que los fuertes datos económicos inicialmente causaron el estrés. Por ejemplo, en la peor fase de la corrección, el 24 de octubre, se publicaron datos decepcionantes del mercado inmobiliario en EE.UU. Tanto la venta de viviendas nuevas como usadas estuvieron por debajo de lo estimado, lo cual creó preocupaciones sobre el estado de la economía. Normalmente se dice que “el mercado de vivienda es la economía”, sin embargo, creemos que a pesar de que estamos en la fase final del ciclo económico, no es el punto de inflexión, pues una golondrina no hace verano.

De hecho, la mayoría de los indicadores económicos siguen positivos. El ejemplo más destacado es el reporte del mercado laboral. En octubre, se crearon 250.000 nuevos empleos que es un dato muy fuerte y claramente por encima de los 200.000 esperados. La tasa de desempleo se mantuvo en el récord histórico de 3,7% y los salarios aumentaron 3,1%, el nivel más alto desde abril de 2009. Un mercado laboral tan fuerte es un indicador líder muy importante. Poco desempleo, aumentos de salarios y alta confianza del consumidor presagia una fuerte temporada de compras navideñas. No debería haber muchas preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense. La caza continúa.

Crucemos el océano en la búsqueda de explicaciones. Los datos económicos en Europa y Asia siguen decepcionando. La divergencia continúa pero no se intensifica y no es una tendencia nueva. De hecho, si miramos el desempeño el S&P 500 y el resto del mundo como barómetro, la mayor divergencia la tuvimos entre mayo y agosto - en línea con la creciente tensión comercial entre EE.UU. y China-. Las tensiones no se han intensificado en octubre. Al contrario, hay esperanzas en que el tono de Donald Trump vaya a ser más reconciliador una vez que las elecciones pasen.

Los resultados del 3T18 de las empresas sí han sido nuevas noticias. Sobre todo, algunos pronósticos cautelosos han pesado sobre el sentimiento. En consecuencia, las acciones de referencia como Caterpillar, Amazon, Gilead, Ford y, recientemente, Apple sufrieron después de la publicación de los resultados. Es normal que cuando el sentimiento está dañado, los titulares negativos tomen más relevancia. En realidad, 83% de las empresas que han publicado resultados del tercer trimestre ha superado las expectativas, con un crecimiento agregado de las utilidades de 25%, una continuación de la fuerte tendencia vista en el primer semestre de este año.

No encontramos una razón fundamental para la reciente corrección. En realidad, los mercados bursátiles tienden a subir y bajar sin motivo alguno. Esto se debe a comportamientos irracionales de inversionistas y, sobre todo, el posicionamiento de los Hedge Funds. Antes de la corrección, el posicionamiento era extremo, con muchos inversionistas institucionales, incluyendo los que están dirigidos por algoritmos, demasiados optimistas. JPMorgan estima que a principios de octubre había ventas técnicas de US$150.000 millones, seguido por la reducción de riesgos por los fondos de cobertura. Adicionalmente, sufrimos por el periodo de apagón de recompras de acciones de las empresas antes de la publicación de resultados. La actividad de recompras va a continuar pronto y podría llegar a US$200.000 millones hasta el fin de año. Si los fondos cuantitativos reentran al mercado, podríamos ver un rally de final de año importante.

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