Transformación: clave para las IES

Lo único seguro que tenemos en la vida es el cambio. En el transcurso de la historia, según vamos enfrentando los diversos retos que se presentan, nos toca afrontar situaciones que exigen ajustes que implican una transformación holística, la cual involucra todas las áreas relacionadas en las funciones sustantivas, asesoras, administrativas, operativas y de apoyo desplegadas en cumplimiento de la misión institucional. Esta transformación requiere flexibilidad en cuanto paradigmas para enfrentar estos cambios y lograr un proceso de adaptación que abra camino a nuevas estrategias, ideas, conceptos que lleven a generar iniciativas estratégicas, que luego se conviertan en realización. Las organizaciones tienen sus propios procesos de cambios internos y externos, los cuales se les llevan a implementar los programas de transformación.

Las organizaciones ante el cambio, les corresponde innovar o morir. Por ello, deben mantenerse flexibles y ser innovadoras para sobrevivir ante un mundo nuevo y a una competencia dinámica. Por tal razón, es importante que dentro de la cultura organizacional se tomen en cuenta los valores, misión y visión, creencias, expectativas, habilidades y conducta de los empleados, debido a que principios muy conservadores, llevan a una mayor resistencia. Por otra parte, algunas organizaciones no esperan que ocurra el cambio, sino que son generadores de cambio o se anticipan a él, siendo conscientes de esto.

Los líderes dan a conocer los elementos requeridos para que un cambio sea exitoso: generar ideas; ninguna organización puede ser competente si no desarrolla nuevas ideas; el cambio es la manifestación de esa idea. La necesidad también es una oportunidad que crea la urgencia del cambio. De la idea y la necesidad del cambio hay que pasar a la adopción, que es la puesta en ejecución o implementación de la transformación y garantizar que esta perdure en el tiempo.

La transformación es el proceso por medio del cual las organizaciones (entre esas, las Institucionas de Educación Superior – IES) pasan de su estado actual a otro estado potencial para aumentar su eficacia y su eficiencia, también su productividad y competitividad. El objetivo de la transformación es encontrar nuevas formas de utilizar sus recursos y capacidades para aumentar impacto, crear valor y mejorar el rendimiento de los miembros de la organización. Muchas organizaciones fracasan por su falta de flexibilidad ante los cambios, es decir, por su incapacidad de transformarse en respuesta a los cambios de su entorno. La incapacidad de cambiar lleva a la organización a un estado de inercia organizacional debido a su resistencia al cambio. Esta resistencia es dominada por el poder y el conflicto, diferencias en la orientación funcional, estructura mecanicista y la cultura organizacional arraigada en el pasado. Estos aspectos de la resistencia guardan una necesidad de conservación conocida como “estatus quo”, que resta efectividad y oportunidades de progreso.

Así las cosas, el cambio más que una acción dirigida y planificada por un líder, se convierte en una posibilidad permanente de transformación que permite la adaptación organizacional a las condiciones del contexto, en el cual el líder desarrolla procesos que le permiten orientar, más que dirigir el cambio.

Al programa de transformación se le asigna el diseño, planeación y acompañamiento de la implementación de una serie de iniciativas formuladas conforme a una metodología, sobre la base del crecimiento y la mejora de todos los procesos institucionales para alcanzar altos estándares en los ámbitos de la innovación y el servicio, a partir de la acción ágil, pertinente y efectiva de todos los colaboradores de la organización. Lo más determinante para que el cambio se dé es tener plena conciencia de la necesidad de ampliar el cumplimiento de la misionalidad, de ratificar su vigencia y de explorar otras formas de generar mayor valor o impacto en la sociedad, considerando nuevas tendencias mundiales, las dinámicas del sector y los efectos generados por la pandemia. Esto hace que se incluyan y prioricen alternativas estratégicas que buscan alcanzar el máximo potencial organizacional