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Analistas 13/07/2021

No detengamos la reapertura

Mauricio Santa María
Presidente de Anif

Para dar continuidad a los análisis que hemos hecho desde Anif sobre el impacto y justificación de las medidas de mitigación del virus covid-19 en el contexto colombiano, en esta columna revisaremos la situación epidemiológica en los departamentos en los que nuevamente se impusieron toques de queda y pico-cédula. Primero, daremos una mirada a la situación general de las regiones y posteriormente nos enfocaremos en los 15 departamentos en los que se han vuelto a implementar medidas restrictivas. Finalizaremos con nuestro acostumbrado análisis del avance del Plan Nacional de Vacunación (PNV) que registró una cifra récord de aplicación diaria en esta semana.

Situación epidemiológica

Como hemos mencionado, la situación en todas las regiones parece mostrar por fin señales de mejoría (ver gráfico). Actualmente, nos encontramos cursando la semana epidemiológica 27, de acuerdo con el calendario del Instituto Nacional de Salud. Los datos dejan claro que desde la semana 24 iniciamos la estabilización o descenso del pico. Sin embargo, volvieron a imponerse restricciones a la movilidad ciudadana en 15 departamentos. La decisión es un retroceso a lo que se había logrado mediante la resolución 777 de 20212, con la que se por fin había iniciado un proceso de reactivación estable de la economía. La gran mayoría de los 15 departamentos que están sufriendo nuevas restricciones alcanzó su pico hace varias semanas, de modo que las imposiciones son bastante cuestionables.

Como pronosticamos, las muertes aún no han alcanzado sus picos, ya que todavía faltan muchos desenlaces de casos por definir. Pero, la imposición de medidas en estos momentos, incluso asumiendo que tienen una alta efectividad, no podría ofrecer beneficios significativos dado que los contagios que ahora ocupan las UCIs se habrían dado hace semanas, tal como lo señaló hace pocas semanas el propio ministro, Fernando Ruiz. Por lo tanto, las medidas poco aportarían al descenso del pico.

Como hemos mostrado en informes anteriores, no se ha encontrado una correlación clara entre las restricciones y la disminución en la mortalidad, mientras que las consecuencias negativas sobre la economía y el bienestar de la población sí son muy claras. Las cifras de pobreza de 2020 fueron contundentes. Ahora que la reapertura estaba dando señales claras de mejoría, prueba de ello fueron los buenos resultados del mes de abril de las actividades terciarias y secundarias, no podemos echar para atrás los avances en la recuperación económica. Mucho menos si tenemos en cuenta los grandes vacíos en términos laborales que han traído las restricciones para las mujeres y madres.

Colombia no es el único afectado. La situación económica de los países emergentes es delicada y esto preocupa a nivel internacional. Recientemente, Kristalina Georgieva, jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), lanzó un llamado de atención al G20 en búsqueda de mecanismos de alivio a la deuda internacional. La incertidumbre y expectativas sobre la situación económica y política de países como el nuestro también se ha visto reflejada en las calificaciones de grado de inversión. Hoy, es un hecho que hemos perdido el grado de inversión y algunas de nuestras empresas importantes también, como Ecopetrol, ISA y UNE.

Teniendo en cuenta ese contexto, desde Anif consideramos que restringir la economía debería ser, ahora más que antes, una decisión mucho mejor sopesada por los gobernantes locales y también más concertada con el sector privado. Bogotá es un ejemplo positivo en este sentido, el gobierno local desistió del proyecto que buscaba que los comerciantes pagaran por el uso del espacio público que, en el marco de la iniciativa Bogotá a Cielo Abierto de la Alcaldía, se les había concedido para reactivarse y recuperar algo de lo que perdieron durante los meses más críticos de la pandemia.

Nuestro llamado a los gobiernos locales es a que las medidas restrictivas sean ponderadas, dialogadas y soportadas de la mejor manera posible. También su implementación debe incluir una flexibilización o levantamiento ágil y presto a los cambios que se den en materia epidemiológica.

Avance del Plan de Vacunación Nacional

Colombia ya superó el umbral de las 20 millones de dosis. De acuerdo con las cifras con corte 8 de julio, en el país se han aplicado 20.605.186 vacunas, de las cuales 7.764.865 corresponden a segundas dosis y 540.922 a monodosis.
Así, un cuarto de la población ha sido atendida, 16,3% cuenta con el esquema de vacunación completo y 7,8% tiene una dosis.

Un poco más de 7 millones de vacunas esperan por ser aplicadas. Esta reserva de vacunas, junto con la llegada de nuevas dosis, permitirá que el ritmo de vacunación no disminuya en julio.

El pasado miércoles 7 de julio se superó por primera vez el umbral de las 400.000 dosis diarias, ya que se aplicaron 438.438, lo que significa que alrededor de 0,8% de la población fue atendida en un único día.
Este ritmo se mantuvo en el día jueves, al aplicarse 406.525 dosis.

El nuevo máximo demuestra que la capacidad de vacunación del PNV no será un obstáculo para cumplir la meta de inmunizar al 70% de la población este año y alcanzar la inmunidad de rebaño. Son dos los posibles problemas que pueden frenar el ritmo de vacunación. El primero es la oferta mundial de vacunas. Como vimos en el primer semestre del año las farmacéuticas se han enfrentado a escasez de insumos y limitaciones en su producción, lo que ha ralentizado la vacunación, en especial en los países de menor nivel de desarrollo. Sin embargo, ante el gran avance en la inmunización en varios países con mayor capacidad de compra e infraestructura de aplicación, podríamos esperar que las vacunas disponibles se desplacen a los de menor privilegio, como vimos con la donación de Estados Unidos.

El otro problema al que se puede enfrentar el PNV es la falta de disposición a vacunarse por parte de la población. Esto ha ocurrido en otros países como Estados Unidos e Israel, donde la vacunación se enfrenta a un tope cercano al 60% de la población. Más allá de este límite es difícil ubicar y convencer al resto de la población para que se vacune, a pesar de la alta y variada disponibilidad de vacunas. En Colombia esto se empieza a ver con la población mayor. Si bien la disponibilidad de vacunas es alta, aún falta población mayor por vacunar. Es importante ubicar a esta población restante y dejarles en claro los beneficios de la vacunación, a través de la divulgación de información científica y desmintiendo mitos y noticias falsas. Adelantarse a los posibles frenos que se han visto en otros países permitirá posponer el tope de la vacunación e inmunizar a un mayor porcentaje de la población.

Consideraciones finales

Con el excelente aumento en el ritmo del PNV, parece que se alcanzará sin mayor rezago la meta de inmunización que se proyectó en febrero. El avance es esperanzador y por eso insistimos en no frenar la reactivación de la vida productiva y comercial del país. Recomendamos plantear escenarios en los que cada vez haya menos restricciones tanto generales como individuales, tal como se ha visto en Europa y Estados Unidos, en particular en los departamentos que muestren buenas cifras de vacunación y alta prevalencia. Es el momento de materializar todas las estrategias para que la reactivación sea sostenible en todos los sectores de la economía. Ya fue suficiente de pérdida de empleo y de ingresos de los hogares por causa de las restricciones.

Por otro lado, es importante que se consolide la reapertura escolar. En este tema, Bogotá acaba de dar un buen paso para el restablecimiento del derecho a la educación de la niñez de Colombia. La reapertura tuvo una gran acogida con una asistencia presencial del 60% de los estudiantes y un 70% de los profesores en su primer día.7 Esperamos que estos porcentajes incrementen gradualmente y que a finales de agosto sean cercanos al 100%. Después del 15 de julio, fecha en la que se tiene planeado realizar una gran reapertura escolar en todos los departamentos, analizaremos el avance de este proceso en todo el país.

Por último, es importante mantener el ritmo ascendente de vacunación. Durante el fin de semana se vio una disminución importante en las dosis aplicadas, pero las cifras de los últimos días y la apertura de la vacunación a los mayores de 40 años indican que sólo fue un efecto temporal. El gobierno se debe esforzar por hacer de julio un mes igual o más positivo que el anterior.

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