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Analistas 23/02/2022

Proteste con su voto

Maritza Aristizábal Quintero
Editora Estado y Sociedad Noticias RCN
La República Más

Convocar a un paro en plena época electoral es un exabrupto, y no estoy hablando del paro armado del ELN, ese ya es un hecho más o menos predecible. Hablo de esa terca intención de las centrales obreras de llamar a la gente a las calles para el 3 de marzo.

Es tan insensato convocar a un paro que hasta el grupo autodenominado “primera línea” salió en un comunicado a decir que no lo apoya, óigase bien hasta ellos tienen un poquito de juicio y pudor. Es decir, los mismos que aprovechan cualquier oportunidad para llevar una protesta al punto de ebullición y convertirla en un desorden público, los mismos que ni siquiera han necesitado nuevas razones en su intento mensual por incendiar cada 28 el occidente de Bogotá, los que han convertido el Portal de las Américas en “Portal Resistencia” y Puerto Rellena en Cali en “Puerto Resistencia”, esos mismos, le han dicho no al paro. Hasta ellos salieron a decir que es necesario “salvaguardar las elecciones del 13 de marzo”. Sí, a ellos que casi siempre les vemos poca razón en sus protestas de capuchas y escudos, les parece irracional la protesta del 13 de marzo.

Es irresponsable, inconsciente, absurdo y trae toda la carga de necedad que tan solo 10 días antes de unas elecciones tan importantes como las del 13 de marzo se llame a las calles a los colombianos. De cara a un proceso en el que la gente no soporta una tiza más de pugnacidad, que ya tiene todas las amenazas de violencia y la voracidad de grupos armados al acecho, los sindicatos le están dando un portazo a la posibilidad de un cambio.

Mientras tanto le abren las puertas de par en par a los que sí o sí van a votar porque vendieron su conciencia, o los que lo harán porque tienen la presión de un arma apuntando a su frente. El ciudadano consciente, el que puede inclinar la balanza, el voto de opinión, el voto que no está amarrado, el voto libre, el que necesita la democracia, podría terminar frustrado, agobiado, asfixiado y sin opción.

El paro del 3 de marzo, que es un golpe directo a la democracia no tiene ni pies ni cabeza. La simple justificación es un mensaje que empieza y termina en el cinismo. Dicen las centrales obreras que lo hacen por lo altos precios de los productos y la canasta familiar. Claro, ¿a quién no le pesa una inflación de 6,94%? Pero que ese reclamo venga justamente de los sindicatos no es más que una muestra de amnesia selectiva. Habrá que recordarles que lo que más pesó en el alza de los precios fueron los bloqueos y el paro inmarcesible en medio de lo más feroz de la pandemia.

Con todo eso, no se entiende como presumen de mantenerse en ese llamado impopular; recuerden esto, lo único que conseguirán será manchar las elecciones ya de por sí desgastadas . Ya en eso por lo menos se alinearon todos los sectores políticos de izquierda a derecha que han rechazado esa convocatoria. Entonces, ¿quien está detrás de todo?

En este punto solo les recuerdo que hoy por hoy los que siguen insistiendo en paros son los grupos violentos.

Ojalá los sindicatos recapaciten. Mientras tanto usted, sí es de los inconformes, tómese una día para conocer los candidatos, leer sus propuestas, escudriñar su pasado y salga a protestar con su voto, elija a conciencia.

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