Cabeza fría

¿Qué pasó el pasado domingo en las elecciones primarias del Pacto Histórico? ¿Cómo les fue? Respuesta: Ni tan mal como esperaba la oposición ni tan bien como ellos creen que les fue.

Obtuvieron 2,7 millones de votos aproximadamente. En una consulta que los expertos llaman “fría”, es decir que no estaba atada a otra elección de mayor convocatoria. Ciertamente para ellos el resultado es satisfactorio. Una consulta parecida, como la del Partido Liberal de 2017 obtuvo 700.000 votos y la lista de Senado del Pacto Histórico de 2022, que les otorgó 20 curules, 2,8 millones de votos.

Tienen razón para estar contentos. La estrategia de poner a competir a cientos de candidatos a corporaciones públicas por un escaño en la lista cerrada de la colectividad fue un cabezazo que garantizó la movilización de los electores cuando en otras circunstancias difícilmente lo hubieran hecho.

Ya tienen un candidato, unas listas parlamentarias más o menos armadas, plata abundante de reposición de votos y el impulso de un éxito poco esperado. Esto es bastante más que lo que tiene la oposición en este momento.

Pero, de lejos, no es suficiente para cantar victoria. Mirados con cuidado los resultados denotan una gran debilidad del Pacto Histórico: obtuvo votaciones robustas en sus querencias electorales en la periferia, pero disminuyó su participación en las ciudades principales. Tiene perdida a Antioquia y, lo que es peor, en Bogotá tuvo la mitad de la convocatoria que había logrado en oportunidades pasadas. La capital fue la clave de la victoria del petrismo en 2022 y sin estos caudales difícilmente repetirá el resultado. Los votantes de las dos costas, la pacífica y la atlántica, que se inclinan por la izquierda, simplemente no son suficientes para contrarrestar las masas poblaciones de las principales urbes del país.

Por otra parte, ya veremos si la idea de adelantar la campaña parlamentaria a octubre, que fue tan importante para esta consulta, no genera un efecto bumerán cuando los candidatos seleccionados, apoltronados en la lista, se ‘emperecen’ justo cuando van a enfrentar una competencia feroz por parte de los aspirantes de otros partidos políticos. En cualquier caso, no se ve factible que el Pacto Histórico supere por mucho los 20 senadores que obtuvieron en 2022, cuando todos los vientos soplaban a su favor.

El petrismo ha escogido un candidato presidencial que infatúa a las bases del movimiento. Es un izquierdista de verdad, de eso no hay duda. Tiene hasta pinta de comisario político estalinista. Sin embargo, lo que lo hace atractivo para la base es lo que lo hace repelente para los demás. Los 2,7 millones de votos son suficientes para derrotar a los aspirantes del llamado Frente Amplio en la consulta de marzo, pero el dogmatismo del personaje hace difícil que logre consolidar alianzas más amplias hacia el centro. Además, el uribismo, resentido por la persecución de Cepeda contra su líder y motivado por su absolución no va a tomar prisioneros. Las campañas, como los partidos de fútbol, hay que jugarlos para saber quién los gana. Y este solo está empezando.