.
Analistas 04/03/2025

Ucrania, sin voz ni voto

Luis Fernando Vargas-Alzate
Profesor titular de la Universidad Eafit
LUIS-FERNANDO-VARGAS

La “presencia de Zelenski en negociaciones para la tregua en Ucrania no es muy importante”. Así lo expresaba el presidente estadounidense recientemente, mientras se alistaba para acordar con el mandatario ruso, Vladimir Putin, las condiciones de una paz definitiva entre su Estado y Ucrania. La semana anterior se cumplió el tercer año del conflicto, mientras se avanzó en conversaciones y negociaciones para poner fin al mismo. Lo irracional es plantear su finalización sin considerar la posición de uno de los actores involucrados.

Con poco más de un mes en el poder, Donald Trump se ha enfocado en poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania a como dé lugar, y eso, como se ha evidenciado, está generando quizá más problemas que beneficios.

El pasado viernes, en un episodio inédito que contó con transmisión para todo el mundo, se desarrolló la esperada cita entre Trump y Zelenski (el vicepresidente Vance participó del encuentro, convirtiéndose en el más beligerante de los interlocutores). Los detalles de la reunión ya han sido lo suficientemente divulgados por redes sociales y medios de comunicación, pero lo que se ratificó en tal episodio es que definitivamente no se contará con lo que Zelenski (Ucrania) sienta, piense o quiera expresar. En este juego político de ponerle fin a la guerra, solo cuentan las voces de los tradicionalmente poderosos.

Trump y Vance, con una actitud carente de diplomacia, y con la insistencia de quien quiere imponer las condiciones, se mantuvieron en culpar al mandatario ucraniano de estar labrando el camino a una tercera conflagración global, a la manera de lo vivido entre 1939 y 1945, pero con las condiciones, armamento e indeseables experiencias que la industria nuclear ofrece a los poseedores de dicho activo. Recuérdese que en el mundo hay nueve Estados que cuentan con armamento nuclear (Estados Unidos, China, Francia, Rusia, el Reino Unido, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte).

Entre tanto, Putin sigue frotándose las manos en el Kremlin, puesto que dentro de todo lo que se ha avanzado en torno a las posibilidades de poner fin al conflicto, lo que más claro aparece es que no habrá una retirada rusa, ni de Crimea ni de los territorios sometidos por Moscú. El avance en las negociaciones entre Trump y Putin ha sido tal que Zelenski sigue apareciendo como un personaje sin relevancia en estos tensos acercamientos. Menor aun es el papel de la sociedad civil y la nación ucraniana en general en estos acercamientos para terminar el episodio trágico que les afecta directamente.

En el escenario global que hoy se visualiza, caracterizado por la agudización de la anarquía, la agresividad es la que asegura una mejor posición. Ante ello, urge la generación de alianzas y coaliciones que eviten el aislamiento de Ucrania, su desmembramiento y la toma de posesión por parte de quienes actúan como dueños del mundo. Ha cobrado, incluso, más fuerza el papel de la Unión Europea en el juego geopolítico, como fuerza contrastante ante los deseos e intereses de Trump y Putin.

Como en el pasado, quieren decidir sobre Ucrania desde los escritorios de Washington y Moscú. Si ante ello se mantiene esta absurda pasividad, lo único que queda es esperar para conocer el siguiente territorio que necesiten para satisfacer sus deseos destructivos. Trump lo va consiguiendo, la eliminación del multilateralismo es su misión. ¿Hasta cuándo se le permitirá avanzar en ello?

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA