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Analistas 27/12/2022

Sobre pensiones y comunicación de mensajes en Colombia

Juan Pablo Herrera Saavedra
Decano Facultad de Economía Universidad de Externado de Colombia

Las recientes declaraciones del presidente de Colpensiones Jaime Dussán en el departamento del Huila en plena época navideña, no solamente sorprenden si se tiene en cuenta que quien las profiere ostenta un cargo técnico de la mayor responsabilidad y sensibilidad para el país, sino que representan palabras de la cabeza del fondo de pensiones público más importante en Colombia y de quien se espera intervenciones certeras, que den tranquilidad a los mercados, sin jamás asumir atribuciones que excedan sus competencias, en especial cuando de discusiones de hacienda pública se trata. Así, sus afirmaciones no solo sorprenden al sistema económico en general, sino que añaden incertidumbre en los mercados, con toda la potencialidad de afectar negativamente el riesgo país de la economía colombiana.

Si bien es importante reconocer la necesidad de avanzar en una reforma pensional, asunto que sin lugar a dudas le compete liderar al señor Ministro de Hacienda y Crédito Público, siguiendo buenas prácticas internacionales en la materia, a efectos de hacer sostenible la seguridad social en el país, la motivación de dicha reforma no puede estar fundada en financiar proyectos de infraestructura como la construcción de una red ferroviaria que atraviese de sur a norte el territorio, incluyendo las enormes regiones selváticas del occidente colombiano.

El tema resulta ser un asunto francamente sensible al reconocer que lo que acá se está definiendo es el futuro de los colombianos que a hoy tendrían la expectativa de recibir una pensión, esto es, recursos que los ciudadanos dedicarán para financiar consumo en momentos en los que dejan de participar como parte de la población económicamente activa. Por tal razón, las inversiones que se hacen en estos fondos pensionales deben ser conservadores en volatilidad de su rentabilidad y su retorno esperado deberá siempre ser positivo en el largo plazo.

Solo a efectos de ilustración al lector para dimensionar la gravedad de este asunto, a inicios de este año Colpensiones contaba con cerca de 6,7 millones de afiliados, de los cuales mensualmente se pensionan aproximadamente 1,5 millones, 64% de ellos ubicados en Bogotá (29%), Antioquia (19,6%) y Valle del Cauca (14,9%) cifra esperada en función de la distribución observada de la actividad económica nacional, en especial, en lo referente a la ubicación de un gran número de servidores públicos en el país quienes tienden a ser los más tentados a participar en el régimen de prima media. A su vez, de acuerdo con la información consignada en la Superintendencia Financiera de Colombia, a noviembre de 2022 el total de portafolio de los fondos privados ascendía a los cerca de 209 billones de pesos, distribuidos asimétricamente entre 5 fondos de diferentes tamaños.

Más allá de calificar esta distribución, que podría ser motivo de una columna futura, lo cierto es que dicho portafolio representa no menos del 18% del PIB. Por ello, pensar que estos recursos migren a un fondo público que pretenda convertirse, como lo señala la cabeza actual de Colpensiones, en un banco, es cuando menos, un aspecto que debe ser motivo de revisión por parte del Gobierno, del sector productivo y del escrutinio por parte de la academia.

Aunque el eco de las declaraciones del presidente de Colpensiones ha motivado a que el propio Presidente de la República haya tenido que corregir al funcionario a través de redes sociales, lo cierto es que estas declaraciones no solo le hacen un profundo daño a la legitimidad del Gobierno al momento de llevar al legislador la iniciativa de reforma en la materia en la siguiente vigencia, sino que muestran, una vez más, descoordinación y desarticulación en los mensajes de Gobierno hacia la economía.

Por ello, además de invitar a que se abran importantes debates académicos desde la universidad y diferentes centros de pensamiento para revisar la forma como se debe avanzar en una futura reforma pensional en Colombia, es imprescindible a través de esta columna hacer un amable, respetuoso pero enfático llamado de responsabilidad y sensatez al gobierno al momento de identificar cómo comunicar y opinar sobre aspectos tan delicados como el futuro de los recursos pensionales de todos los colombianos. Al fin y al cabo, la gente responde a incentivos y a las señales que personas como los hacedores de política pueden hacer, lección que queda aprendida desde un primer curso de economía.

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