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Tribuna Universitaria 01/09/2023

La lista de la felicidad

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES

En medio del ritmo frenético de la vida moderna, muchas veces nos encontramos atrapados en una telaraña de expectativas sociales y formalismos que dictan cómo deberíamos vivir nuestras vidas. Desde una edad temprana, se nos inculca la idea de que hay ciertos hitos que debemos alcanzar para ser considerados exitosos: completar estudios superiores, conseguir un trabajo estable, casarse, tener hijos, entre otros. Sin embargo, ¿qué pasa cuando estos objetivos preestablecidos no nos llenan de alegría y satisfacción?

Una amiga al cumplir los 50 años decide hacer un parón y evaluar cómo ha llevado su vida dándose cuenta de que la felicidad genuina no se encuentra siguiendo una fórmula predeterminada. Después de décadas de cumplir con lo que “debería” hacer, había llegado el momento de pensar solo en ella y confeccionó su propia lista personalizada de actividades y metas que la llenaban de alegría. Desde viajar y practicar cerámica hasta pasar tiempo con sus sobrinos y emprender aventuras empresariales, esta lista reflejaba sus auténticos deseos.

Esta historia resalta una realidad universal: cada individuo es único y lo que genera felicidad varía de una persona a otra. A menudo, nos encontramos atrapados en una lucha por encajar en un molde predefinido, preocupándonos por lo que los demás pensarán si nos desviamos de la norma; Este temor, hay miles personas que no lo superan y terminan viviendo la vida que otros quieren y no se dan cuenta que la madurez también consiste en aprender a vivir de acuerdo con sus propios términos.

Todos merecemos perseguir la felicidad, para ello hay que hacer un alto en el camino, reflexionar sobre lo que realmente nos hace sentir vivos y plenos, en un mundo bombardeado de información y medios tecnológicos hay que sacar tiempo para pensar, solo así se concretarán los hechos.

El pensar en la felicidad es un tema que va creciendo en el mundo, en un estudio de Bank of América señaló que los estadounidenses están gastando más de 200 millones de dólares al año en actividades de wellness o cuidado personal, pero el promedio de edad supera los 40 años en el uso de estas actividades.

Este dato revela una característica en la búsqueda de la felicidad, la selección de gustos y el concretar lo que se quiere requiere tiempo, son los años y las vivencias lo que van mostrando la realización personal en cada uno, si bien hay gustos y sueños que se arrastran desde niños, son las experiencias las que los van depurando, es por ello por lo que pensar a los 40, 50 o 60 indican muy bien lo que realmente hace feliz.

La carrera de la vida es muy corta, quienes envejecen reconocen que cada década pasa más rápido es por ello por lo que en vez de preocuparse por los estándares impuestos, deberíamos priorizar nuestras propias alegrías. La valiente elección de pensar y luchar por la felicidad personal, sin disculpas ni explicaciones, y sobre todo de poner nuestros propios términos es un paso necesario, se empieza por hacer una lista de las cosas que nos hacen felices e intentar repetirlas todo lo posible, esa lista debe recordarse a diario, compararse y complementarse con el tiempo, la felicidad se construye, pero también necesita ser pensada.

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