Ciudad del Cabo: tres lecciones para la infraestructura colombiana

La semana pasada se celebró en Ciudad del Cabo la Global Infrastructure Conference de Fidic, el principal foro mundial de la consultoría en ingeniería. Bajo el lema “Smart Infrastructure: Equality, Resilience and Innovation for a Sustainable World”, se reunieron líderes de todos los continentes para reflexionar sobre cómo construir infraestructura que responda a los desafíos de nuestro tiempo.

El mensaje central de apertura fue contundente: la resiliencia ya no es opcional, es un deber. La infraestructura no puede seguir midiéndose solo en kilómetros de carretera o metros cúbicos de concreto, sino en su capacidad de resistir choques climáticos, sociales y económicos. Delegados de diferentes países mostraron ejemplos de cómo invertir en resiliencia cuesta menos que reconstruir después del desastre.

En Colombia, los episodios de derrumbes y deslizamientos en el Cauca y Nariño que han aislado áreas rurales en temporadas de lluvias, y más recientemente el cierre prolongado de la Vía al Llano muestran que seguimos reaccionando más de lo que prevenimos. Incorporar la gestión del riesgo desde el diseño, fortalecer la conservación de activos y exigir estándares de resiliencia debería ser prioridad nacional. Un puente bien mantenido o una red de alcantarillado adaptada al cambio climático generan más valor social que inaugurar obras nuevas sin plan de mantenimiento.

El segundo gran aprendizaje vino del debate sobre contratos y confianza. En el foro de gestión contractual se subrayó que la infraestructura se construye con reglas claras y transparencia. La integridad y la trazabilidad se presentaron como ventajas competitivas, capaces de reducir riesgos, costos y plazos. En este sentido, la senadora neerlandesa Carla Moonen recalcó que el sector debe alzar la voz y hacerse visible en la agenda política, recordando que sin confianza no hay proyectos sostenibles.

Ese mensaje es muy pertinente para Colombia, donde todavía enfrentamos sobrecostos y retrasos en proyectos de alto impacto. La experiencia internacional muestra que el uso de juntas de resolución de disputas, la digitalización de la gestión contractual y la permanencia de equipos técnicos ayudan a reducir litigios y a entregar obras en los tiempos previstos.

La sostenibilidad y la digitalización fueron otro de los ejes centrales de la conferencia. Se presentó la versión beta del Carbon Management Framework, una iniciativa del Global Leadership Forum que busca establecer un lenguaje común y escalable para medir y gestionar las emisiones de carbono en los proyectos de infraestructura.

Con un piloto en Sudáfrica, esta herramienta apunta a convertirse en estándar para la contratación pública, y tendrá un papel clave en la COP30 de Brasil. Para Colombia, la lección es evidente: pronto los financiadores internacionales exigirán reportes estandarizados de emisiones en los proyectos que apoyen. No prepararnos a tiempo significaría quedar por fuera de fuentes de financiación estratégica.

En paralelo, la inteligencia artificial y los gemelos digitales fueron protagonistas de las discusiones. La tecnología ya está remodelando la forma en que diseñamos, construimos y operamos obras. Puede anticipar fallas, optimizar mantenimientos y aumentar la productividad.

Pero la advertencia fue clara: si los datos son deficientes o sesgados, los resultados también lo serán. Gobernar los datos con reglas claras, interoperabilidad y acceso equitativo será condición para aprovechar realmente las oportunidades digitales.

La conferencia de Ciudad del Cabo recordó que la infraestructura es, ante todo, un pacto social. Resiliencia, confianza y datos no son conceptos de moda: son condiciones básicas para que los proyectos cumplan su propósito. Para Colombia, estas lecciones son una guía práctica que debemos asumir con urgencia.

Por eso, la invitación es a que las firmas de ingeniería de consulta en Colombia participen más activamente en estas discusiones globales. La próxima Conferencia Global de Infraestructura de Fidic se llevará a cabo en Roma en septiembre del año entrante. Vale la pena que desde ya lo agendemos en nuestros calendarios.