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La predicción de Alejandro Gaviria se cumplió a cabalidad. Llegamos al final de lo que el gobierno Petro intentó llamar coalición y el mismo gobernante decidió acabar cuando vio que los partidos tradicionales se iban a enfrentar en la discusión de la reforma a la salud. Cambio ministerial obligado por la crisis. Muchos ministros salieron de un momento para otro y lo curioso es que el gobierno no defendió a la ministra de Salud, Carolina Corcho. Su proyecto está prácticamente hundido a pesar de que el gobierno todavía no es capaz de retirarlo o decir abiertamente que cambió tanto con respecto a la versión original. Ya no puede defender lo indefendible. El cambio en MinTIC, como lo habíamos advertido en este mismo espacio, no es conveniente a pesar de que el nombre de Mauricio Lizcano no genera rechazo entre los operadores del sector. Tendrá su propia curva de aprendizaje ya que no es un experto en el tema.
El cambio en Ministerio de Hacienda es una incertidumbre, por un hombre de confianza de Gustavo Petro, quien se da el lujo de descabezar a tal vez el mejor ministro que tuvo en su primera etapa. El señor Ocampo hace pocos días había ampliado su licencia en la Universidad de Columbia en Estados Unidos para poder continuar con el gobierno. Personalmente se lo pregunté en su apartamento hace algunos meses y me dijo que él se comprometía a seguir hasta que el presidente quisiera. Ocampo logró sacar adelante la reforma tributaria que quería Petro para conseguir los recursos de los planes sociales. Ad portas de aprobarse un Plan Nacional de Desarrollo y otra serie de decisiones que tienen que ver con las finanzas y la economía no entiende uno por qué decide prescindir de Ocampo.
La salida de Cecilia López tiene una mirada similar a cuando salió Alejandro Gaviria del sector educación por críticas a los proyectos y críticas a otros ministros. Al final Petro decide sacar a un grupo de ministros para mandar un mensaje a los partidos políticos de no sólo romper la coalición sino ahora manifiesta que se va a gobernar con un pensamiento ciento por ciento de izquierda. Se acaban los integrantes de ideologías de centro o centro izquierda.
Se salva la ministra de Trabajo Ramírez porque las dos reformas todavía están con vida aunque les queda poco tiempo en la legislatura. La reforma laboral será la siguiente batalla. Sindicatos, empresarios, trabajadores independientes y las personas que no tienen un empleo formal han cuestionado el hecho de que el texto actual no está generando mayor empleo. Tampoco mayor incentivo para que los empresarios formalicen a los trabajadores que están por fuera de la nómina o lo están haciendo de manera independiente. Hay ciertos sectores como tecnología o servicios que con esta reforma prácticamente entran en un colapso. Muchas empresas tendrían que cerrar sus operaciones si es que se aprueba.
Veremos pronto una coalición pero de oposición. Los políticos de ciertos partidos se unirán para buscar que el gobierno tenga un contrapeso importante. En las elecciones de octubre de alcaldes y gobernadores el pacto histórico va a ir solo. Todos los demás van a ir en contra. Se configurará lo que en política se denomina “Toconpet”, es decir, Todos contra Petro. La pelea de elecciones territoriales apenas comienza.