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Analistas 16/08/2019

Temor de recesión global

Una recesión, definida por los académicos, técnicamente es un decrecimiento de la actividad económica durante un periodo de tiempo específico. Se considera entonces, que existe recesión, cuando la tasa de variación anual del Producto Interno Bruto es negativa por dos trimestres consecutivos. Popularmente muchos llaman una recesión un periodo de “vacas flacas”. La recesión económica resulta ser la fase del ciclo económico en donde la actividad económica se ve reducida, se disminuye el consumo de los hogares y se frena la inversión. Estos factores, por lo general, terminan en un inevitable aumento de la tasa de desempleo.

Alemania es la primera víctima de la tensión comercial y diplomática generada por Donald Trump, entre los gobiernos de EE.UU. y China. El Producto Interno Bruto de la economía más grande de Europa terminó contraído en el segundo trimestre de este 2019. Los alemanes, acostumbrados a tener una economía fuerte y estable, observaron con escepticismo las cifras negativas en medio de la incertidumbre global y las duras presiones comerciales del sector real, especialmente de la manufactura. No solamente es una economía fuerte en el marco europeo, resulta ser que Alemania es por tamaño la cuarta economía más grande del mundo. En este verano llegó lo que algunos expertos llaman la tormenta perfecta de factores y elementos negativos. Alemania depende mucho de sus exportaciones, y sus principales mercados son justamente quienes andan agarrados por estos días: China y Estados Unidos.

Trump y los chinos desencadenaron una serie de decisiones, que los mantienen enfrascados en una dolorosa relación comercial. Las nuevas reglas de juego incluyen por ahora recientes aranceles y una inesperada devaluación del yuan que descuadró las finanzas de todos los mercados.

Si los efectos anteriores son graves, hay que sumar otros elementos que no ayudan mucho al duro panorama alemán. En la industria automotriz a nivel global se observan débiles ventas por todos los continentes y los fabricantes de ese país como BMW también se han visto afectados por los números por debajo de las expectativas en el sector automotriz. Por su parte, los temores de un Brexit duro y desordenado siguen siendo un efecto que genera demasiada incertidumbre y los mercados han castigado a la baja a las monedas fuertes como Libra Esterlina y Euro en favor de un fortalecimiento del dólar.

Si una economía fuerte como Alemania se frena, no queremos imaginar las economías débiles de Europa como Grecia o Italia que siempre han sido una carga financiera para la unión. Desde Bruselas ya se muestra preocupación por un debilitamiento estructural frente a las otras latitudes en donde se verá la repercusión en un mediano y largo plazo. Todos los analistas coinciden en que mientras pasemos por el período electoral en EE.UU. que durará hasta noviembre de 2020, las cosas no serán muy diferentes. Las decisiones de Trump, informadas vía twitter, van enfocadas principalmente a sus votantes republicanos. El tema es que las reacciones de China no necesariamente corresponden a una política estudiada que haya contemplado todos los colaterales. Los chinos con devaluación artifical de su moneda, nos impactan a todos pues inmediatamente sus exportaciones se vuelven mucho más baratas, dañando la competitividad de industriales de otras regiones. Ojalá no se llegue a una recesión mundial ya que el efecto asiático que vendría después no es ningún cuento chino.

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