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En la XXI Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21), en París 2015, una de las iniciativas no fue de un país involucrado en la problemática ambiental. La compañía Orange, empresa de telecomunicaciones europea, explicó en el COP21, que la posibilidad que tiene cada usuario de internet de revisar su bandeja de entrada de correos y encontrar cualquier email a cualquier hora, supone de una gran cantidad de servidores que deben tener disponibilidad permanente para realizar la tarea. Lo malo es que este sistema 24 x 7 hace mucho daño al planeta. La cantidad de energía eléctrica que se requiere para ofrecer el servicio continuo es irracional. Las empresas que ofrecen servicios en la nube consumen decenas de miles de kilovatios al día para tener prendida su infraestructura. Situación similar ocurre por ejemplo con Youtube que almacena vídeos en volúmenes infernales comprando diariamente nuevos servidores que no puede apagar. Orange lanzó, primero entre empleados, y luego en redes sociales, la campaña “E-cleaning days”, buscando promocionar uso responsable de las TIC.
Tres años después, la idea cogió fuerza entre diferentes organizaciones que animan a las personas a eliminar periódicamente sus correos innecesarios del buzón. De esta manera se reduce la energía eléctrica consumida por los servidores y en el largo plazo, se mitiga el impacto en el medio ambiente. La campaña evolucionó y se han desarrollado líneas de pensamiento modernas, en donde ciudadanos buscarán ahora la gestión documental inteligente, usando los recursos combinados: papel, pdf, energía eléctrica, servidores y nubes.
En el mercado hay iniciativas enfocadas hacia la creación de dinámicas industriales sostenibles. En el mundo existe la tendencia denominada Smart Print cuyo objetivo es proporcionar un conjunto de herramientas, la verdad en su mayoría de tipo cultural, para cambiar malos hábitos en consumo de papel. Es un primer paso para implementar campañas que aumenten los niveles de eficiencia en las empresas y entidades para que se desarrollen de manera amigable con el medio ambiente. Empresas como Carvajal en Colombia promueven estas iniciativas, ayudan a las empresas con altos volúmenes de impresión y procuran mostrarle a la industria desde su expertise que existe una manera inteligente y eficiente de imprimir bajo este modelo de servicios que actualmente siguen la tan nombrada tendencia industrial hacia la tercerización. Los documentos en papel tienden a convivir con los electrónicos. No hay extremos eficientes ni excluyentes, este sistema Smartprint de análisis y minería de datos ayuda a las empresas en la toma de decisiones.
Según reciente informe de sostenibilidad de la Andi, Colombia consume anualmente 1,6 millones de toneladas de papel. Somos el país con menor consumo per cápita en Latinoamérica. Para garantizar políticas de impresión y uso eficiente de data y documentos hay que tener en cuenta el tipo de papel, en relación con el carácter del material a imprimir. Nunca es tarde para repensar cuánto se imprime y cuánto documento se hace digital, en todo caso que esta sea una oportunidad para reflexionar sobre una gestión documental más inteligente. Si se planifica lo suficiente, hay muchas impresiones que se pueden evitar, y realmente usar el recurso del papel cuando sea estrictamente necesario. Recordemos que el cambio digital inicia desde lo cultural. Ayudemos a que en casa y empresas la gente haga un Smart Print.
