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Analistas 31/01/2013

La tributaria no generará más empleo

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La Reforma Tributaria que ya entró en vigencia ha generado las primeras reacciones de empresarios, industriales y sus respectivos gremios. La operatividad del nuevo cobro del IVA, especialmente el del 8% para el comercio y restaurantes, ha sido lo que tal vez más ha sido comentado. Así mismo, las dudas sobre la generación o no, de mayor empleo con el incentivo de la disminución de renta y parafiscales para empresarios.

 
En el caso de la eliminación de la retención en la fuente para salarios de menos de $2,5 millones mensuales, se alivia a una gran proporción de colombianos que tienen su ingreso debajo de ese límite. Sobre el tema de la disminución del costo parafiscal sobre las nóminas, nada garantiza que los pequeños y medianos empresarios vayan a trasladar el ahorro que obtendrán, para generar un mayor número de empleos. Los pequeños comerciantes que necesitan una cierta cantidad de empleados, no van a rediseñar sus estructuras laborales, y la disminución la llevarán a sus flujos de caja para inversión o liberar cupos de endeudamiento.
 
Por su parte, las grandes empresas van poder ingresar a sus nóminas un número marginal de empleados que hoy en día actúan bajo la modalidad de contratistas. Salvo algunos casos puntuales, la normalización de estos trabajadores, que estaban por fuera del sistema, es una forma de ver un aumento de empleo formal, pero es un simple traspaso del nivel informal al totalmente legal, no una creación de nuevos puestos de trabajo o reclutamiento de nueva mano de obra.
 
Los capitales golondrina que tanto fueron criticados desde el gobierno anterior, recibieron un estímulo para seguir apareciendo y generando especulación en los mercados financieros. El impuesto para inversiones extranjeras de portafolio fue reducido del 33% al 12,5%. Con seguridad las “golondrinas” impactarán el tema de la tasa de cambio, haciendo más difícil el trabajo del Banco de La República de controlar la excesiva revaluación. Las “golondrinas” tampoco generan empleo a largo plazo.
 
En resumen, del ejercicio desgastante de más de 100 sesiones parlamentarias del gobierno y la cantidad de tinta usada por los columnistas y especialistas en los diarios y revistas económicas, no deja satisfecha la reforma al ciudadano común y corriente que busca el gran objetivo no resuelto: la generación de más empleo. Nada garantiza que la industria nacional, que tiene crecimientos negativos y en los casos afortunados cercanos a cero, con una tasa de cambio que sigue moviéndose a la baja en el largo plazo (así el Banco de La República baje tasas y compre mas dólares) y pocas perspectivas de crecimiento, permita espacio para crear empleo. Los empresarios generan crecimiento cuando el flujo de caja, producto de mayores ventas, permite la expansión. El crecimiento no está en los puestos de trabajo (parafiscales y nómina) está en el mercado (venta y facturación).
 
Lo que pasa es que la reforma viene impulsada desde hace varios intentos legislativos por “cuadrar la caja” del gobierno. El objetivo final era conseguir los recursos de unos faltantes para el funcionamiento del aparato del estado, y no una idea de generar más empleo. Los empresarios y las industrias necesitan acciones del gobierno que van más allá de los temas parafiscales. Una verdadera política de empleo y seguridad social. Todos sabemos que un mayor nivel de ingreso es un golpe al bolsillo de los empresarios pero si los consumidores tienen más para gastar, en el largo plazo el consumo se disparará y el PIB crecerá por lo cual nos beneficiaremos todos. Es en estos momentos donde cabe nuevamente el debate de cuál es el nivel óptimo de salario mínimo para que economía tenga crecimientos sostenibles a largo plazo.
 
Ñapa: Los sucesos de orden público, ocurridos esta semana que finaliza hoy, cierran en un gran porcentaje el compás de espera y paciencia de la opinión pública sobre las negociaciones que está llevando a cabo el Gobierno con la guerrilla en La Habana, Cuba. Aunque Humberto de La Calle y el ministro Juan Carlos Pinzón salieron a dar un “ultimátum” para no darle más largas a algo que claramente va por mal camino, es al presidente Juan Manuel Santos a quien le corresponde mandar un mensaje en uno u otro sentido sobre la seria posibilidad de que los diálogos se acaben rápido.

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