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En 2009 los comediantes antioqueños Cristina Toro y Carlos Mario Aguirre, “El Águila Descalza”, pusieron a reír a su público con una muy bien libreteada producción denominada “Chupe por bobo”. El libreto estaba replegado de dichos paisas como muchos de los que se encuentran en el legendario texto “Testamento del Paisa” de Agustín Jaramillo Londoño. En medio de la presentación teatral “Chupe por bobo” aparece un fragmento con una escena de pelea entre esposos, a mi juicio, uno de los puntos más altos en el humor colombiano. Un gran recomendado para quienes no lo han visto.
La escena no debe ser muy diferente, a las que tuvieron que haber vivido los hoy exesposos Nicolás Petro Burgos y Day Vásquez. No debió ser nada fácil para Vásquez descubrir la relación de Petro con una de sus amigas, Laura Ojeda. Mucho más duro luego enterarse del embarazo por el que está pasando. ¿Fue una gran pelea, o fueron varias peleas en seguidilla? ¿Vásquez sabía de la infidelidad durante el matrimonio? ¿Acaso lo descubrió con tanta anticipación que se dedicó a documentar todo lo que usaría en contra de Petro? Todo eso aún es un misterio, pero eventualmente se terminará sabiendo con el tiempo.
Este cuento se desarrolla como la crónica de una muerte anunciada. El presidente Gustavo Petro dejará que su hijo vaya a la cárcel calculando aumentar su propia popularidad. La discusión con el presidente de El Salvador no le salió bien. Necesita un golpe de opinión muy grande para responderle a Bukele.
Enviar a su propio hijo a prisión suena adecuado y muy conveniente para quien es un experto en manipular redes sociales con dialéctica meliflua. Petro es un profesional a la hora de la persuasión usando técnicas elaboradas de comunicación mezclada con información sesgada, al mejor estilo de los clásicos “culebreros” paisas. Enreda y reinarás.
Nicolás Petro Burgos cuenta en este momento con cuatro enemigas súper-poderosas. La primera por supuesto es la exesposa Vásquez que ya lanzó gran parte de la bomba atómica, pero no crean que todo está en los miles de textos del chat. Ella tiene algo más que está reservando para el momento de la estocada final. La segunda enemiga es la exsuegra. La rabia exponencial de cualquier madre con respecto a quienes hieren a sus hijos, puede llegar a ser incalculable. De ella se pueden esperar los más ácidos detalles, todo con conocimiento de causa. La tercera enemiga es la madrastra actual, Verónica Alcocer. Tiene con Petro otro hijo que también llamó Nicolás. Nombres iguales para sus hijos con madres diferentes, al mejor estilo del Coronel Aureliano Buendía.
Toda madrastra desprecia a los hijos de otros matrimonios, y Alcocer defenderá a muerte la competencia intrínseca que hay entre su hijo y el homónimo. La cuarta enemiga es la procuradora Margarita Cabello que ya abrió investigación para sacarlo del juego de la política. No creo que sobreviva a las cuatro batallas femeninas en simultánea. Su padre será un simple espectador de todo el proceso. Tenía tanto prontuario e historia y decidió jugar con candela. El fiscal Barbosa, en una jugada a seis bandas, anticipó el problema directamente al presidente Petro, forzándolo a exponer públicamente a su hijo, mientras ambos pensaban por dentro “pues que chupe por bobo”.
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