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Diferente a lo ocurrido hace un año, el dato de crecimiento de la economía en 2024 no fue sorpresa. En esta ocasión los analistas habían estimado un crecimiento entre 1,6% y 2% y el Dane confirmó que fue 1,7%. En cambio, hace un año, se esperaba un crecimiento entre 1% y 1,5%, pero fue 0,7%; por ejemplo, el FMI había estimado 1,2%.
Este hecho sorpresa puso en aprietos muchos cálculos realizados y explica en parte lo ocurrido con las finanzas públicas de 2024, pues su recaudo dependía de lo ocurrido en 2023, año donde se vivió un ajuste fuerte en la demanda interna tras haber experimentado altos aumentos en 2021 y 2022 producto del mayor gasto familiar ꟷconsumoꟷ y gracias a los ahorros acumulados durante el confinamiento.
Sumado a ello, las bajas tasas de interés del momento, el apetito por recuperar el “tiempo perdido” debido al encierro y el mayor gasto público buena parte realizado con deudaꟷ, provocaron una expansión de la demanda de 14,7% y 10,8% en 2021 y 2022; lo cual contribuyó a que la economía creciera 10,8% y 7,3%, respectivamente.
Hoy, la economía crece gracias a la agricultura (8,1%), administración pública, defensa y educación (4,2%) y actividades artísticas y entretenimiento (8,1%). Esto representa un cambio en la estructura productiva del país, ya que hace una década la economía crecía por cuenta del sector minero-energético y especialmente por el aumento del precio del petróleo, es decir, no necesariamente por la generación de mayor actividad en la economía no extractiva.
Al tiempo que la economía crecía gracias a la inyección de deuda pública, del desahorro familiar y la disminución de inventarios tras la pandemia; la inflación galopó de 1,6% en 2020 a 5,6% y 13,1% en 2021 y 2022. Las crisis globales ꟷcontenedores, energética y microchipsꟷ fueron causa de la inflación, la cual se enfrentó con mayores tasas de interés.
La guerra entre Rusia y EE.UU., OTAN y Ucrania provocó en Colombia un aumento desproporcionado en el precio de los alimentos por la vía de los fertilizantes importados, ya que 75% que se comercializa es importado y 29% provenía de Rusia y 13% de Ucrania. Por esta razón la inflación de alimentos pasó de 4,8% en 2020 a 17,1% y 27,8% en 2021 y 2022. Lo destacable es que, aunque la guerra no termina, las acciones implementadas por el gobierno han permitido bajar los precios de los alimentos a 5% y 3,3% en 2023 y 2024, representando un alivio para el ingreso de los hogares.
La inflación viene descendiendo desde marzo 2023. Terminó 2023 y 2024 en 9,28% y 5,2%. Este descenso ha venido acompañado de la reducción de la tasa de interés, la cual tuvo un máximo de 13,3% en noviembre de 2023 y cerró 2024 en 9,5%. Dicha reducción beneficia el proceso de recuperación económica, el cual se observa tanto por la vía del aumento de la producción, como por el comportamiento del empleo que, según el Dane, en enero fue 11,6%, uno de los más bajo dentro del cuarto de siglo transcurrido.
Importante destacar, que la recuperación económica, la menor inflación y la disminución del desempleo se producen en el marco de un aumento del salario mínimo de 16%, 12% y 9,5% para 2023, 2024 y 2025. Es decir, se evidencia que el aumento del salario no riñe con la actividad económica, los precios y el empleo.