2023: el año de la resaca

Este 2023 comienza con sucesos importantes en ámbitos sociales, económicos y políticos tanto a nivel nacional como mundial cuyo impacto no se ha hecho esperar en el sector de tecnología y de las empresas “start-ups” de este sector. Para muchos estamos viviendo una época muy difícil, con visos similares a lo que se vivió cuando la burbuja del “Dot-com” estalló a principios de este siglo.

El sector tecnológico está viviendo una creciente inestabilidad producto de múltiples factores, entre los que se cuentan: la caída estrepitosa del sector de las criptomonedas, grandes fraudes que han afectado a clientes e inversionistas y los despidos masivos en cientos empresas, problema del que no se escapan los grandes jugadores como Amazon, Microsoft, Meta y Google. Esta tormenta perfecta, quizá la más grande que nos ha tocado enfrentar en los últimos 50 años, pareciera que apenas está comenzando.

En el sector del capital de riesgo se espera que la velocidad con que se venían haciendo inversiones disminuirá en 2023 debido a la alta volatilidad del sector y a una mayor precaución por parte de los inversionistas, quienes serán más cuidadosos al tomar decisiones y buscarán inversiones más seguras y estratégicas. Este cambio representa una reacción defensiva tras la exuberante época que se vivió en 2020 y 2021, donde se anunciaban docenas de rondas de levantamiento de capital semanalmente.

Los encargados de manejar los fondos están sufriendo una fuerte resaca y empezando a darse cuenta de que cometieron innumerables errores en los últimos dos años, llevados por el culto a la personalidad de fundadores carismáticos y fallas descomunales en los procesos de investigación y debida diligencia. Este comportamiento, para muchos un poco irresponsable con los proveedores del capital, provocó una inflación exagerada en las valoraciones de muchas compañías sin el nivel de madurez requerido o que lograban mostrar crecimientos muy grandes como consecuencia de los efectos que tuvo la pandemia del covid-19 en sectores como el comercio electrónico o las plataformas de reuniones y eventos virtuales.

En 2023 y de aquí en adelante, en lugar de tratar los procesos de revisión previa a la inversión como algo rutinario, la norma será el ser disciplinado y prestar más atención a los detalles, enfocándose en los indicadores financieros y operacionales del negocio por encima de las proyecciones optimistas. Los expertos en invertir saben que, en tiempos de crisis, las inversiones pueden ofrecer mejores rendimientos a largo plazo. Las empresas que buscan o ya han recibido inversión, se enfocarán en crecer de manera rentable, reduciendo costos y evaluando con detenimiento dónde ponen sus recursos, dándole mayor prioridad a las oportunidades de crecimiento más predecible.

Pero no todo es negativo este nuevo año, aunque el sector de criptomonedas y negocios basados en el “blockchain” esté pasando por tiempos difíciles, se prevé que el 2023 será el año de la Inteligencia Artificial Generativa (Generative AI), un espacio donde los capitales de riesgo han empezado a fluir de manera acelerada en las últimas semanas como se ha podido evidenciar con los rumores sobre una posible ronda de financiación de la compañía OpenAI, los creadores del modelo GPT-3 y de la herramienta ChatGPT, a una valoración cercana a los US$30.000 millones, un número para muchos descabellado, considerando que la empresa extraoficialmente se dice que espera recaudar ingresos de cerca de tan solo US$200 millones en 2023.